El secretario general de la Federación Latinoamericana de Bancos (Felaban) participó en el congreso de riesgos de la institución, en el que se analizaron los nuevos desafíos que enfrentan y enfrentarán los bancos.

18 de septiembre de 2022, 4:00 AM
18 de septiembre de 2022, 4:00 AM


_¿Cuál es la situación de la banca latinoamericana?
En 2021, el año pospandemia, la economía repuntó y tuvo un gran crecimiento, y la banca regional recuperó los niveles que tenía en prepandemia. Ha sido también muy positivo que la rentabilidad haya crecido a un promedio del 17% a nivel de la región -excepto en Bolivia-, que haya un buen nivel de solvencia y que la mora haya empezado a bajar.
El que se complica es el futuro, por el alza de las tasas de interés que aplican los bancos centrales para controlar la inflación y por el incremento de los precios de la energía y los alimentos. El conflicto entre Rusia y Ucrania y la volatilidad de las tasas puede causar problemas en la demanda de créditos, porque sube el precio (el interés) y aumenta la mora, debido a que las cuotas van a subir.

_Entonces, ¿los riesgos actuales surgen del contexto externo más que de la pandemia?
Sí. Hay un pequeño rezago de la pandemia en algunos países que han hecho reprogramaciones y refinanciaciones, pero diría que no es grave. El alza de las tasas de interés sí puede tener consecuencias en la región y en el mundo. 

_¿Los diferimientos y reprogramaciones se han dado también en otros países?
Sí, en muchos países hubo flexibilizaciones y ayudas, pero ya todo se ha regularizado. Ha vuelto la estabilidad prepandemia en el empleo y la gente comenzó a pagar y a ponerse al día.

_En el caso de Bolivia, ¿los saldos de cartera diferida y reprogramada son significativos en relación a los de otros países de América Latina?
Sí, son un buen porcentaje (...). Pero el problema es que en Bolivia la deuda no se paga, se pasó para el final y, cuando se trata de créditos de largo plazo, el llevar tan al final las cuotas, que están exentas del pago de intereses, tiene un costo financiero muy alto. 

_¿Qué puede suceder si hay menos ingresos para la banca?
He visto muy preocupado el indicador de rentabilidad de la banca boliviana y es el más bajo de toda la región. Nadie dice que no haya un foco social, pero todo crédito tiene que tener un retorno mayor a la deuda, al interés; si no, comienza a haber impagos y moras, y el cliente sale excluido del sistema financiero. 

_¿Hay riesgo de crisis en el sector financiero boliviano?
Sí, claro. Si de cada $us 100 de utilidades de la banca, 54 se van en impuestos, seis se van a un fondo de garantías y 25 se reinvierten de manera obligatoria, quedan $us 15 para la inversión en tecnología, y la capitalización. No hay incentivo para el accionista; poca rentabilidad y mucho riesgo.

_¿Qué podría pasar?
Fuga de capitales. Los capitales van a buscar otro sitio donde puedan ganar más plata.
Las perspectivas, entonces, son mucho más desafiantes para la banca boliviana, tomando en cuenta los factores externos e internos...
Claro. La industria puede estar muy golpeada, si viene una crisis como la que está pasando en la región. Lo que le digo al Gobierno es denle un buen mensaje a los banqueros, flexibilicen sus políticas y verán cómo se pueden hacer cosas y cómo el capital fluye o regresa (...). He aconsejado que tengan una visión de largo plazo y ojalá sean receptivos a los consejos. Uno tiene mucha experiencia en esto como para saber lo que viene si esto no cambia.

_Volviendo al nivel latinoamericano, ¿qué es lo más difícil que va a enfrentar la banca?
Hay varias cosas. La banca, por ejemplo, está muy metida en innovación tecnológica (...). El beneficio de eso es que nos permitirá tener más acceso a todo el mundo a menor costo, el riesgo es que viene acompañado de ataques digitales. Por eso, como Felaban hemos creado el Concentrador Regional de Fraudes (CRF), un sistema en línea y tiempo real para que la industria sea proactiva y se adelante a los ataques. Hoy en día, los delincuentes están muy bien organizados y atacan hasta con inteligencia artificial, así que esta guerra no la vamos a ganar si no creamos un modelo colaborativo. El CRF es el primer modelo colaborativo de la banca para combatir el cibercrimen.

_¿Se está analizando también el lavado de dinero?
La banca está en contra del lavado de dinero y cada banco tiene un comité antilavado y oficiales de cumplimiento que se encargan de ver que sea clara la procedencia del dinero, quién lo trae, a dónde va. El problema es que hay una banca sombra que nadie controla y por ahí pasan muchas cosas. Por eso digo, toda actividad financiera, incluidas las que se hacen a través de remesas y correos, debe cumplir con las mismas reglas de control y reporte de los bancos.

_¿Qué efectos tiene esto?
Nuestras sociedades están muy afectadas por la corrupción, las drogas y el dinero ilícito. La única manera de parar esto es que todo pase por el sistema financiero y que el dinero sucio quede expuesto (...).Por qué estamos como estamos en algunos países, porque no hay control de la corrupción, porque todo se mueve todavía en efectivo. Eso tiene que desaparecer si queremos países limpios y que nuestra plata (que sale del Estado) esté bien invertida.

Perfil

Giorgio Trettenero obtuvo su título en Economía en la Universidad de Lima y su maestría en Administración de Negocios con especialización en Finanzas en la Escuela Superior de Administración de Negocios de Perú. Cuenta con cerca de cuatro décadas de experiencia en diversas áreas del sector financiero multinacional. Es secretario general de la Felaban desde 2011.