La calificadora estima que a raíz de la pandemia el déficit fiscal terminará este año en torno a 13,5% del PIB y una caída de la actividad económica de 6,5% en el año

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23 de septiembre de 2020, 19:20 PM
23 de septiembre de 2020, 19:20 PM

La agencia calificadora de riesgo Moody’s rebajó la calificación a la deuda soberana desde B1 hasta B2 por el deterioro de las finanzas públicas y las cuentas externas entre los años 2013 y 2019, además de perspectivas de menor crecimiento a futuro en función a la incertidumbre política, según refiere el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas en un comunicado oficial.

Moody’s señaló que esta reducción se debe a la caída del ahorro fiscal desde 27% del PIB en 2013 hasta 10% del PIB el año pasado. También indicó que la deuda pública se incrementó desde 38% del PIB en 2013 a 57,5% en la pasada gestión. En ese sentido, se puede apreciar que el deterioro fiscal que generó este resultado adverso para el país es producto de políticas inadecuadas en los pasados seis años.

La calificadora estima que a raíz de la pandemia el déficit fiscal terminará este año en torno a 13,5% del PIB y una caída de la actividad económica de 6,5% en el año. En general estas cifras van en línea con lo previsto en el Programa Financiero revisado firmado el pasado 14 de septiembre entre el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas, el Ministerio de Planificación para el Desarrollo y el Banco Central de Bolivia-BCB, donde se prevé que la actividad caería en torno a 6,2% y que el déficit sería más acotado (12,4% del PIB).

Moody’s destaca también que las divisas en el BCB cayeron desde 40% del PIB en 2014 a 9% del PIB a mediados de este año. Cabe acotar que entre noviembre de 2019 y septiembre de este año las Reservas Internacionales Netas-RIN aumentaron de $us6.460 millones a $us6.607 millones, por lo cual se infiere que el deterioro de las RIN a las que alude la agencia es la que ocurrió previamente a la transición democrática.

De igual forma el comunicado señala que el crecimiento en los siguientes años estaría entre 2,5% y 3,5%. Esta previsión es consistente con un escenario distinto al de años previos y en el que la inversión pública será menor debido a la menor disponibilidad de recursos en un nuevo contexto.

 Será muy diferente a los años de boom en los cuales el crecimiento se vio favorecido por altos precios de materias primas y dinamismo mundial a pesar de políticas contraproducentes como lo señalan estudios especializados al respecto.

Cabe acotar que la agencia prevé que este escenario se plasmará en la medida que la incertidumbre política continúe. Por tal motivo, será importante que las siguientes elecciones sirvan para disipar las dudas y generar la unidad tan necesaria para incrementar el crecimiento y reducir la pobreza.

En tal dirección, el Gobierno continuará abocado a mitigar los efectos negativos de la pandemia en la salud y la economía, manteniendo la estabilidad económica y del sistema financiero para una transición adecuada.