Apuesta. El director comercial de Violetta, compañía argentina de cosméticos, habló del inicio de operaciones en el país

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30 de octubre de 2017, 4:00 AM
30 de octubre de 2017, 4:00 AM

Desde hace tres años Violetta, una empresa con 40 años en el mercado de los cosméticos en Argentina, inició  la transición de una empresa nacional a una multinacional. Para lograr conquistar el  resto del continente eligió a Bolivia, que será la base de este ambicioso proyecto.  Javier de la Arena, director comercial de la compañía, habló sobre la incursión en el mercado nacional y aseguró que están proyectando quedarse un buen tiempo en el país.

—¿Por qué eligen Bolivia para salir de Argentina?
Veíamos una oportunidad en Bolivia por algunos competidores que conocíamos y por otros que se habían retirado del mercado, y, como esta compañía es un gran jugador en Argentina, teníamos conocimiento de eso. Las fronteras  las rompimos con  este paso. 

Además, el escenario está muy bueno creemos; en la estabilidad que registra el país. Apoyamos el lanzamiento acá, queremos que las mujeres bolivianas vean en Violetta una oportunidad de independencia económica y una compañía humana. Más allá de hacer negocios, el contacto personal y el vínculo mujer a mujer es lo que pregonamos y es lo que vamos a fortalecer.  

—En Bolivia hay muchas empresas de su tipo, ¿Cómo ven la competencia en el mercado?
La conocemos. Sabemos que no solo hay una empresa peruana sino  dos,  que  está una brasileña muy importante, que hay una compañía mexicana y una colombiana. Y la verdad que somos la primera compañía argentina queriendo pisar fuerte. Queremos gritar muy fuerte el nombre de Violetta. Sabemos que para la mujer boliviana el producto argentino es bien visto. 

—¿Cómo será el sistema de trabajo en el país?
Es un sistema lineal de puerta a puerta, no uno piramidal donde uno gane más por ingresar a personas que por su propio trabajo.  Queremos que el negocio pase de mujer a mujer y nos conozcan en los barrios. Tenemos nuestro aspecto económico, pero también humano. Ponemos en manos de una directora de zona el empoderamiento de las capacitaciones que hace la compañía.

—¿Cuántas vendedoras esperan sumar en Bolivia?
En Argentina tenemos más de 70.000 mujeres vendiendo activamente. No creemos más en el crecimiento exponencial que convierte a las  vendedoras en un número. Sabemos que hay unas 100.000 mujeres activas de venta directa en Bolivia, y hablar de un porcentaje de este mercado sería quedar muy corto, decirte que ir por todo es utópico. Pero decir que venimos para quedarnos es la respuesta que podía dar. Lo que estamos construyendo sirve para proyectar la compañía para 20 años. Y también ver a Bolivia como el puntapié para ingresar a la región andina. La cercanía que tenemos con este país nos da este vínculo para seguir hacia América del Sur. 

—Resalta mucho el aspecto humano, ¿qué tan importante es este factor para ustedes?
En Argentina nos asociamos al movimiento de los Zapatos Rojos. Este movimiento busca empoderar a la mujer y lograr que tome posiciones en el ámbito profesional, en los estratos más altos de las compañías.