Hasta marzo de 2017 el sector crecía a un ritmo del 7%, pero a junio la caída del trimestre fue de un -0,73%

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28 de noviembre de 2017, 7:03 AM
28 de noviembre de 2017, 7:03 AM

La desaceleración golpea al sector que todos creían que evitaría este fenómeno, el  más robusto, el que literalmente es una máquina de generar empleos: la construcción. Sí, uno de los cimientos de la economía baja su ritmo luego de casi 10 años y lo hace de forma abrupta, literalmente se desacelera. Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), al segundo trimestre de 2017 el sector registró una tasa de crecimiento negativa del -0,73%, de acuerdo a un documento al que tuvo acceso Dinero.

Esto preocupa, porque es la primera vez desde el segundo trimestre del 2006 (cuando decreció un -1,29%), que se rompe una racha de 43 trimestres de crecimiento sostenido.

Otro dato desalentador: solo en Santa Cruz los permisos otorgados para nuevas obras bajaron de 332 a diciembre de 2016 a solo 38 hasta junio de 2017, según el INE.  A escala nacional estas licencias cayeron de 3.764 en 2016 a 1.655 al primer semestre.

En Cochabamba, la segunda región que más construye, los permisos bajaron de 1.109 (en 2016) a 522. En La Paz, la figura es similar, de  499 licencias otorgadas para construir el año pasado a 220 hasta junio de esta gestión.

Con el nuevo escenario que dibujan estos datos, atrás quedaron las tasas trimestrales que sobrepasaban los dos dígitos o que incluso rebasaban las proyecciones económicas del propio Estado. Por ejemplo, en 2016 la construcción tuvo un crecimiento del 7%, frente al 4% del país. En síntesis, la bonanza terminó.

Pero ¿cuáles son los factores que llevaron a los constructores  a decrecer tanto?, la respuesta  es la desaceleración económica, que no solo vive el país sino el resto del continente, y la baja ejecución de los proyectos públicos, coinciden algunos constructores y economistas consultados.  

Según datos oficiales en 2015 y 2016, la ejecución de la inversión pública estuvo por debajo del 80%. En ese periodo se dejaron de inyectar $us 2.616 millones que estaban presupuestados. La estadística señala que en promedio el cumplimiento de la inversión pública, en los últimos 10 años, fue de más del 88%.

Pero en las dos últimas gestiones fue un 79%. Desde el análisis de los expertos, esto justificaría la situación de la construcción, si se toma en cuenta que buena parte del programa anual del Estado son obras que se vienen ejecutando de gestiones anteriores y no son nuevos proyectos. Se llamó a la Gobernación de Santa Cruz para consultar sobre la ejecución, pero no contestaron.

Del mismo modo, se evidencia una concentración de recursos en unos pocos proyectos, que son ejecutados por un reducido número de empresas, lo que ayuda al crecimiento global del sector.
Por ejemplo, en 2016, 58 proyectos, que equivalían al 0,46% de todos  los que lleva adelante el Estado, tenían asignado el 47,63% del total de los recursos.

“Como Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz) ponemos todos nuestros buenos oficios para que se puedan mejorar estos indicadores y volver a la senda de crecimiento constante del sector”, señaló la entidad que agrupa a las constructoras de Santa Cruz, la capital económica del país.

Empleos en peligro
Para la organización empresarial se deben hacer todos los esfuerzos necesarios para revertir la situación. Cadecocruz teme el impacto social y económico: “Somos un sector fundamental en la creación de empleo dando ocupación a 473.124 personas al año”, precisaron desde la entidad, al ser consultados sobre el tema.
Se estima que por el desplome del sector se han perdido unas 3.454 fuentes de trabajo ligadas a la actividad constructiva.

De acuerdo con el informe de Fundaempresa, 476 empresas del sector de la construcción cancelaron su matrícula durante la gestión 2016; es decir, 165 más que las registradas en 2015 y 336 más que las reportadas hace cinco años. 

El economista José Alberti lamentó la situación preocupante para un sector acostumbrado a crecer a tasas de hasta un 11%. “Pero esta crisis no es culpa del sector,  sino que se debe a la deficiencia en la ejecución de entidades dependientes del Estado, como las universidades, municipios y gobernaciones”, dijo.

Aseguró que el sector no está en crisis, sino parado por la falta de liquidez, “no hay una burbuja; eso tiene que quedar claro”. “La construcción, es especial en Santa Cruz, no va a caer. Solo que de pasar a correr a 100 km/hora, lo hará a 20 km/hora”, señaló el economista. 

El presidente del Colegio de Economistas  de Santa Cruz, Jorge Akamine, señaló que el sector de la construcción va a tener un año difícil y que las empresas tendrán que ser creativas para salir de esta coyuntura.                                                                                                                                                     

“La situación económica no es como hace dos años. Hubo una época de boom que se dio con oferta y había bastante circulante”, señaló el especialista. Coincidió en que parte de esta crisis se debe a la poca inversión pública. Explicó que lamentablemente el Estado redujo sus ingresos por la venta de hidrocarburos, lo que ocasionó un efecto dominó que afecta a varios sectores. Recomendó buscar proyectos de construcción más asequibles, enfocados a la clase media, con mayores facilidades de pago. “El sector que demanda una primera vivienda seguirá impulsando la economía”, dijo.

Actores opinan
El arquitecto Alejandro Cabrera atribuye esta baja a que las obras públicas disminuyeron y no hay obras para licitar; además, “en el sector privado se dieron despidos de empleados, la realidad nos tiene apretados y no hay ventas”.

Desde otra perspectiva, la presidenta de la Cámara Inmobiliaria de Santa Cruz, Claudia Rodríguez, enfatizó que en el ‘triángulo de oro’ se ha visto un repunte en tema de construcciones y eso es un aliciente con miras a 2018. “A pesar de la crisis, se ven construcciones”, dijo.

“Se ha notado la baja del sector y podría atribuirse a la economía del país; pero esperamos ver una recuperación o una mejoría a partir del tercer mes de 2018”, señaló la jefa comercial de la Constructora Rascacielos, Claudia Ortiz.

La curva de la economía es paralela con la construcción y acentuada; es decir, si la economía crece un 5%, la actividad crece un 7%, según el punto de vista del expresidente de Cadecocruz, Rolando Schrupp. “La construcción es un indicador inmediato para medir la realidad económica de un país; es un resultado de la economía”, expresa y agrega que el mejor parámetro para medir el desarrollo de la construcción es el consumo de cemento.

El gerente general de la inmobiliaria Buena Raíz, Nicolás Urioste, manifestó que el panorama para 2018 está complicado porque todo está relacionado con la economía nacional, el crecimiento no es el mismo; sin embargo, destacó que en el sector existe una tendencia de edificaciones verticales y de viviendas sociales, y mientras esto se mantenga, el sector se puede sostener a flote.

Se excusaron


En el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas se excusaron de pronunciarse sobre este tema, al no disponer del tiempo suficiente para analizar los datos del presente informe de construcción. Por otro lado, no se pudo contactar vía teléfono a ningún vocero del  Ministerio de Obras Públicas para conocer su versión sobre el reportaje. 

No obstante, el 24 de noviembre el Ministerio de Economía y Finanzas Públicas destacó -mediante una carta- que “todos los sectores económicos que poseen un mayor vínculo con la demanda interna han presentado un crecimiento positivo”.

Entre ellos mencionó al sector de la construcción, además del agropecuario, industria de alimentos, transporte y comunicaciones, comercio y los servicios que generan la mayor cantidad de empleo intensivo, lo cual demuestra, en su opinión, “la sostenibilidad económica del país”.

Esperan una pronta reactivación

Pese a la caída del crecimiento, algunos actores coinciden en que habrá una luz al final del túnel. Al ser dinámico, el sector se recuperará a corto y mediano plazo, insisten. Uno de estos actores es Óscar Coronado, arquitecto y especialista en el desarrollo de proyectos inmobiliarios.

Para él, las inversiones en construcción toman su tiempo. Recordó que  en años pasados se han iniciado proyectos grandes y estos abarcan entre dos y cinco años de edificación. 

“Los proyectos se están llevando a cabo y toman su tiempo, hay una pequeña baja en las ventas, pero habrá una recuperación y se va a conseguir el nivel que se alcanzó en otros años”, auguró el constructor.

El expresidente de la Cámara Departamental de la Construcción de Santa  Cruz, Rolando Schrupp, piensa igual que Coronado. El constructor vaticina que en el primer semestre de 2018 se comenzará a sentir un mejor panorama económico para el sector, que irá mejorando conforme se ingrese al año electoral, donde empezarán a emerger más obras, que es una tendencia en alza en todo el país. “Más que esperanza, hay optimismo de que hay un mejor panorama económico”,  afirmó Schrupp. 

Para este año la Cadecocruz había pronosticado un crecimiento estimado del 8,1%, basado en la ejecución de inversión pública, pero las estimaciones resultaron adversas.

“Con todo, esperamos que la situación sea coyuntural y nos apuntamos, como siempre, a ser parte de las soluciones a implementar”, señaló la entidad en un comunicado.

Para el analista Germán Molina,  la gran caída del sector se debe a la saturación de oferta de departamentos  y viviendas, ante una poca demanda.

Para que el sector revierta esta situación, dijo,  que es necesario que las empresas  constructoras empiecen a rebajar sus costos operativos. 

En la actualidad, dijo que en promedio las constructoras  invierten hasta  $us 1.300 por metro construido.  “Pero si nos remontamos al 2.000,  antes sus costos llegaban solo a $us 300. Las constructoras deben mejorar sus métodos”, afirmó.