Por los efectos de la sequía los agricultores perdieron entre 400.000 y 500.000 toneladas del grano. Productores del grano piden que se investigue el ingreso de maíz de contrabando, que supuestamente es absorbido por la estatal Emapa en sus silos

22 de julio de 2022, 4:00 AM
22 de julio de 2022, 4:00 AM


Siguen las malas noticias para el sector agropecuario en su conjunto. Las cifras son claras: el déficit de maíz en el país se extenderá hasta febrero del próximo año. La fuerte sequía que afectó las campañas de verano e invierno dejó un déficit de entre 400.000 y 500.000 toneladas de este grano. La situación es grave desde cualquier ángulo. No es para menos, el maíz -es el principal insumo- que usan los productores de carne de pollo, de cerdo, res y huevo.

El miércoles los avicultores, porcinocultores, lecheros y ganaderos advirtieron que vienen meses difíciles debido a que la falta de este grano repercute de forma directa en el costo de esos alimentos.

No es el único problema. A esta situación hay que sumar las denuncias vertidas por productores del grano de que está proliferando el ingreso de maíz genéticamente modificado de contrabando. Recientemente, un grupo denunció que incluso la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) acopió el grano. La estatal negó la denuncia y dijo que realizó pruebas que desmentían esas aseveraciones.

Se minimizó impacto de sequía

Mario Moreno, presidente de la Asociación de Productores de Maíz y Sorgo (Promasor) de Santa Cruz, dijo que desde hace meses advirtieron los problemas que traería la sequía, pero que hasta la fecha no fueron escuchados.

Tomando como referencia los datos manejados del Ministerio de Desarrollo Productivo que calculó que para este año la producción llegará a 1.029.179 toneladas, Moreno dijo que está haciendo cálculos moderados este año habrá un déficit de entre 450.000 y 500.000 hectáreas. Y lamentó que desde el nivel central se haya minimizado el impacto de la sequía y que se indicara que con la campaña de invierno se abastecería el mercado interno.

Para esta cosecha, según datos de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), se sembraron 58.000 hectáreas en todo el departamento. Por los efectos del clima se han perdido por completo 6.000 hectáreas y otras 30.000 están comprometidas, sostiene el reporte de la entidad. Moreno sostuvo que el sector recién podrá tener maíz para febrero de 2023, cuando comienza la cosecha de verano.

Otros productores indicaron a EL DEBER que ante la escasez muchos choferes, en complicidad con algunas entidades estatales, están adquiriendo maíz transgénico, haciéndolo pasar como si fuera una producción de la zona de Yacuiba.

Consultado sobre esta situación, Moreno explicó que es la versión que manejan varios productores de maíz, por eso pidió a las autoridades investigar esta situación y sostuvo que si es cierto se estarían vulnerando las leyes.

La anterior semana agricultores de la región del Norte Integrado denunciaron que Emapa acopiaba maíz transgénico traído de forma irregular. Incluso realizaron muestras de granos a 10 camiones que llegaron al silo de la estatal en San Pedro y detectaron la presencia del producto, que es considerado ilegal en el país.
Mediante un comunicado de prensa, la estatal negó cualquier relación con la internación de maíz transgénico, e incluso dijo que realizó pruebas que descartaban la presencia del material en sus silos. 

El gerente general de Emapa, Franklin Flores, calificó como especulaciones la denuncia sobre el supuesto ingreso de maíz genéticamente modificado a los silos del municipio de San Pedro.

Óscar Mario Justiniano, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), sostuvo que el problema de la sequía no es exclusivo de Bolivia, sino que golpeó con fuerza en todo el continente, en especial a país productores como Argentina y Paraguay.

De hecho, según Justiniano, la nación guaraní perdió hasta el 60% de su cosecha. No obstante gracias al uso de biotecnología no reportan grandes pérdidas con relación a la realidad boliviana.

El productor sostuvo que para paliar este problema es necesario ejecutar una hoja de ruta que fue planteada en una investigación realizada por la Universidad Autónoma Gabriel René Moreno que sugirió la creación de una ley y un decreto supremo para regular el uso de biotecnología.

Sobre la falta de maíz, el dirigente dejó en claro que el déficit de alguna forma tendrá que suplirse. Por eso planteó que al igual que en 2016 se aplique un decreto para poder importar legalmente el grano y así atender la demanda.