El ministro de Desarrollo Productivo señaló que es esencial manejar un equilibrio entre lo sanitario y las necesidades de trabajo y producción. Considera que ‘levantar barreras’ ayudará a reactivar la economía

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8 de junio de 2020, 7:54 AM
8 de junio de 2020, 7:54 AM

La mano de Óscar Ortiz Antelo al mando de la cartera de Desarrollo Productivo y Economía Plural empieza a tomar notoriedad. Tras su designación, se sumó (junto a otras esferas estatales) a la rearticulación del rumbo económico nacional y de la cuarentena sanitaria por el Covid-19. Aunque no es partidario de levantar la medida sanitaria, considera que se debe atender la ya anunciada crisis económica que envolverá a la región. Conversó con EL DEBER acerca de lo que se viene en el corto plazo: El plan de empleo y el soporte al aparato productivo nacional.

Desde su posesión se percibió la concertación de reuniones con diferentes esferas del sector privado. ¿Cómo se está perfilando la agenda de la reactivación económica y qué nuevos detalles hay respecto a estos lineamientos?

Desde que asumí el cargo no hay día en el que no haya habido reuniones con algún sector del país. Y es que nadie conoce mejor la realidad que quien está en el campo concreto de cada sector de la economía. Entonces, estamos escuchando, dialogando e intercambiando ideas sobre las respuestas para esta situación, algunas generales para el conjunto de la economía y otras específicas para cada sector. Además, hay las peculiaridades de cada departamento. El Gobierno ha priorizado, además de la lucha contra la pandemia, lo que es la atención a una emergencia económica y a la gran cantidad de empleos que se ven amenazados por la paralización de las actividades.

Hay medidas que hemos tomado, como los bonos que han inyectado millones de bolivianos a la economía y han beneficiado a más de 7 millones de personas, esto va a continuar hasta fines de junio. El gran desafío es apoyar a cada sector para preservar los empleos actuales y por otro lado desarrollar un plan de empleo de emergencia para quienes tengan dificultades para conseguir trabajo, especialmente para quienes viven por cuenta propia o trabajan en el sector informal.

Respecto al plan de empleo, usted con anterioridad señaló que se prevé dar inicio este mes. ¿De qué manera se está articulando y cuáles serán sus bases?

Básicamente tendrá dos componentes, con un nuevo concepto de inversión pública. En esta situación de emergencia económica se van a priorizar proyectos de inversión pública que generen un efecto multiplicador en la absorción de mano de obra. Y por otro lado, vamos a tener un plan de empleo de emergencia que impulse una serie de obras, de intervenciones urbanas y otras iniciativas en el sector rural, así como la demanda en temas de confecciones, a fin de darle una oportunidad de ingresos a personas que seguramente se verán imposibilitadas de conseguir ingresos en las actividades por cuenta propia que venían realizando.

La presidenta Jeanine Áñez anunció que se proyecta crear empleos para la población. ¿Va en la misma línea y cuántos trabajos se calcula que generará este programa estatal?

La presidenta dijo en su mensaje que la meta eran 600.000 beneficiarios. No todos serán directos, pero en función de los empleos directos que generemos habrá un efecto multiplicador. También estará operativa la línea de crédito de Bs 1.500 millones para las micro, pequeñas y medianas empresas que tienen hasta nueve empleados para que, a través de las microfinancieras, se les pueda financiar capital de operaciones para que reinicien sus actividades. Estas empresas en conjunto generan cerca de dos millones de empleos, por eso es importante darles apoyo con esta línea de crédito que va a tener cinco años plazo y un año de gracia. Además, recordemos que el Gobierno trabaja con la banca para financiar los salarios de las empresas del sector formal, a fin de preservar las fuentes laborales.


Pero, en concreto. ¿Cuántos empleos se generarán en esta primera etapa que, según usted, inicia este mes?

Vuelvo a aclarar que los 600.000 empleos no son directos, sino una sumatoria con los indirectos. En junio arrancará el programa. Primero saldrán las convocatorias para la organización de proyectos, pero todavía no podemos entrar en cifras exactas porque hay un proceso de presentación de proyectos y hay que esperar la convocatoria que se lanzará. Queremos tener a gente contratada en el programa de empleo de emergencia antes de que finalice el mes.

Hay observaciones y críticas referidas a que serán empleos transitorios...

Los planes de emergencia contemplan empleos temporales, lo importante es que en este tiempo y los meses que quedan de este año, donde habrá restricciones a la actividad, podamos tener la posibilidad de atender la demanda de fuentes de trabajo, especialmente para quienes trabajan en el sector informal o han venido desarrollando actividades por cuenta propia. Va a ser una necesidad muy aguda.


El sector privado viene apuntando que las medidas económica no son suficientes para este tiempo de emergencia sanitaria. Además de lo mencionado, ¿qué otras iniciativas se gestarán para dar certezas y devolver la confianza a la inversión privada?

El Gobierno está desarrollando una serie de medidas que buscan, por un lado, atender la emergencia sanitaria y, por otro lado, generar mejores condiciones para invertir, emprender y producir en Bolivia. Es lo que llamo levantar las barreras. Por ejemplo, ya se emitió un decreto que libera la exportación para los sectores de agronegocios; se ha iniciado un trabajo para tener mayores escalas de uso de tecnología genética en la producción agropecuaria.

Además, se ha presentado un programa de alivio tributario que incluye una reforma donde se incorpora a las exportaciones a servicios y productos no tangibles como el desarrollo de software y centros de atención de llamadas. Esto sumado a medidas que se tomaron frente al inicio de la emergencia sanitaria como el diferimiento de créditos, impuestos y aportes a la seguridad social de corto y de largo plazo. Es obvio que hay más barreras por levantar porque cada sector y cada departamento tienen su problemática y se trabajará en eso.

Además del sector productivo y servicios no tangibles, ¿en qué otros sectores han detectado oportunidades para oxigenar la economía nacional?

Hay potencial en varios sectores, pero también hay una situación de urgencia por delante. Por ejemplo, el sector turístico tendrá dificultades en las próximas semanas y meses por la restricción que hay no solo en Bolivia, sino también en el exterior. Vamos a buscar soluciones en conjunto. En la cuarentena se apunta a preservar empleos de sectores vinculados a la cadena de abastecimiento de productos alimenticios y farmacéuticos, esto tiene un gran efecto multiplicador.

Recientemente se indicó que independiente al nivel de riesgo, la industria, la construcción y la minería puedan trabajar. Entonces creo que el gran desafío en este momento es lograr un esquema de reactivación de la actividad económica que guarde protocolos de bioseguridad, que sea sostenible y así evitar que se descontrole la pandemia y al mismo tiempo logremos atender las necesidades de las personas de tener ingresos y de que se proteja el empleo.

¿Qué alternativas tienen en agenda tomando en cuenta que los municipios más grandes del eje troncal siguen con el sello de ‘alto riesgo’?

Se está haciendo un trabajo con las autoridades municipales y departamentales para hacer este diseño. El Gobierno tiene un marco general y, en cada departamento y municipio, las autoridades correspondientes tienen la responsabilidad de desarrollar las regulaciones a detalle para cada sector y, especialmente, para los que generan movimiento masivo de personas como el sector comercial, que tiene mayores restricciones.

¿Cuánto tiempo estima su Ministerio que tomará la reactivación económica del aparato productivo nacional?

Necesitamos abrir la economía sin poner en riesgo la salud. Por eso hemos equilibrado entre medidas sanitarias preventivas estrictas y la reactivación escalonada de las actividades económicas. Es por eso que debemos mantener el orden, actuar bajo el plan que se viene ejecutando de manera coordinada con todos los sectores. Por eso hablamos de una fase dinámica, manejamos responsablemente el equilibrio entre la salud y protección de los bolivianos, con la cobertura de sus necesidades de trabajo y producción.

La evidencia y la experiencia de otros países, nos indican que la situación sanitaria determinará el rumbo económico del mundo en estos momentos, puesto que, en la medida en que el virus sea contenido y mitigado, se podrán ir reactivando algunas actividades productivas y económicas. Recordemos que vivimos una situación médica inédita en el mundo, de tal manera que mientras no exista una vacuna, es muy arriesgado hablar de normalización de todas las actividades económicas, y sociales del mundo. En el caso de nuestro país, se irá evaluando constantemente el desarrollo de la enfermedad de coronavirus y el funcionamiento de las diferentes actividades económicas, de menor a mayor riesgo de contagio.

Estimamos que si logramos contener la emergencia y la crisis sanitaria, podremos reactivar de alguna manera nuestra economía a finales de este año. Ahora, queremos reafirmar, que las crisis generan oportunidades y el rol nuestro es que el país pueda aprovecharlas. Iniciativas como la Ley de promoción de exportaciones de servicios apuntan a ese objetivo. Así como el plan de empleo con el que estimamos crear.

¿Qué otras políticas públicas se han definido para reactivar la economía del aparato productivo del país?

El Programa Nacional de Reactivación Productiva y Social, representa una oportunidad para que, en coordinación con todos los sectores productivos del país, trabajemos en pro de superar los

efectos adversos de la pandemia del coronavirus sobre las condiciones de vida, las fuentes de empleo y las unidades de producción económica del país. Este programa, permitirá activar el desarrollo armónico de los diferentes sectores de nuestra economía

En la gestión del MAS, la política económica se basaba en asfixia y no en el respaldo a profesionales, empresarios y emprendedores. Nuestro eje económico está en estimular y facilitar la producción en las diferentes actividades económicas del país. El país nos necesita más que nunca unidos, coordinados, empujando en el mismo sentido.