El nuevo proyecto hidrocarburífero se construirá en el interior de la refinería Guillermo Elder Bell. Se prevé que se instalen dos plantas que conformarán el nuevo complejo

6 de mayo de 2022, 4:00 AM
6 de mayo de 2022, 4:00 AM


Pese a las críticas y observaciones, la Planta de Biodiésel se realizará sí o sí en el país. La estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) confirmó que en los próximos días se inaugurarán las obras del proyecto. No obstante, su costó será mayor a lo previsto inicialmente. Y lo más llamativo es que la estatal determinó — después de tres licitaciones fallidas — adjudicar este proyecto de forma directa a su subsidiaria YPFB Refinación por un valor de $us 387,5 millones.

La primera duda surge por el costo del proyecto. En noviembre del año pasado, mediante un comunicado de prensa la estatal anunció que “la Planta de Diésel Renovable estará ubicada en la Refinería Guillermo Elder Bell de Santa Cruz y necesitará una inversión aproximada de $us 250 millones”. Pero de acuerdo a la nota de adjudicación a la que accedió ayer EL DEBER el proyecto tendrá un costo de $us 387,5 millones.

La cifra es superior en $us 137,5 millones al monto previsto inicialmente por la estatal, el año pasado cuando anunció este proyecto de energía renovable.

Poca transparencia

El especialista en hidrocarburos, Hugo del Granado, dijo que es una mala señal que YPFB entregue este proyecto a una empresa subsidiaria y detalló que nunca antes se han visto contrataciones como ésta, salvo para algunas actividades estrictamente operativas que no pasaban de un año y por montos menores.
“Estamos hablando de más de $us 387 millones. Se está mencionando 48 meses, esos son cuatro años. Es un contrato de larga ejecución y son varios ítems. Y son dos plantas la biodiésel y la de HVO (de aceites vegetales), lo que significa que se cultiven varias hectáreas”, señaló.
Por otro lado, Del Granado sostuvo que se “no se asegura la transparencia ni la competitividad de la adjudicación porque no hay con quién comparar” debido a que es una adjudicación directa.“Esto es absolutamente irregular”, apuntó el especialista.

Otro punto que hizo notar Del Granado es que a escala internacional el precio del biodiésel actualmente llega a los $us 2.000 la tonelada. “Eso quiere decir que el costo de producción será más elevado que el diésel normal es una planta que a entrar a operar con pérdidas”, dijo.
Otro especialista -que pidió la reserva de su nombre- dijo que viendo los precios actuales es mejor vender el aceite vegetal a $us 1.722 o más la tonelada (según Bolsa de Chicago) y seguir importando diésel que tiene un valor de $us 1.100 o menos el metro cúbico, a pesar de la guerra Rusia-Ucrania, y con un precio a $us 102 el barril de petróleo.

Sin embargo, en noviembre el Ministerio de Hidrocarburos reveló que los insumos para la producción de estos combustibles no son únicamente la soya, sino otras plantas como la jatropha, el totaí, el cusi y otros, de las cuales se obtienen aceites vegetales de segunda generación que no son aptos para el consumo humano.

No es la primera vez que se cuestiona la viabilidad de este proyecto. El año pasado en su plataforma digital Cabildeo, la periodista Amalia Pando, denunció la poca factibilidad del proyecto al no tener garantizada la provisión de la materia prima.
Y de forma directa acusó al hijo del presidente, Marcelo Arce Mosqueira de ser el ideólogo de este proyecto, que, según el reportaje, será un “elefante blanco” más.
“Se trata de otra inversión pública sin justificación económica, como lo fue la planta de fertilizantes de Bulo Bulo, sin los estudios previos de rentabilidad y de impacto ambiental”, sostiene el reportaje de la comunicadora.
Las observaciones no se quedan ahí. Otro experto aseguró que la estatal realizó una serie de maniobras para poder llevar adelante el proyecto y que incluso fue cuestionado internamente por funcionarios de la empresa pública.

La primera licitación anulada era para la producción de Diésel Renovable – HVO, la segunda era para la producción de diésel sintético a partir de llantas, plásticos y aceites lubricantes usados. Finalmente, la última era para la construcción de una planta de producción de Biodiésel – FAME.
Estas licitaciones fueron declaradas desiertas. Pero la estatal, según esta fuente, realizó un nuevo proceso que se mantuvo en las sombras y también quedó nulo.
Estos dos procesos nulos, allanaron el camino para que YPFB lleve adelante este proyecto.
Incluso el 21 de febrero del 2022, se modifica el Objeto Social de YPFB Refinación con un objetivo predeterminado: hacer que la construcción de las plantas de biodiésel sea por contratación directa, sin licitación, controles ni fiscalización.

Reducirá la subvención
Mediante un comunicado Yacimientos defendió la adjudicación directa a su subsidiaria, indicando que no se está vulnerando ninguna norma y que se la operación se apega al Reglamento de Contrataciones del Decreto Supremo Nº 29506.
El comunicado de prensa asegura que el biodiésel “al ser producido por YPFB permitirá generar beneficios económicos, sociales y ambientales para el pueblo boliviano”.

Con esto, la estatal espera reducir la importación y la subvención estatal al diésel y aumentar la producción de ese combustible, en el marco de la política de seguridad energética propuesta por el Gobierno nacional.
Anteriormente, el presidente de la estatal, Armin Dorgathen, señaló que “en los próximos días haremos la inauguración del inicio de las obras, que ya estamos iniciando para la construcción de una planta de biodiésel de tecnología FAME con lo cual vamos a trabajar.”