Aducen que, si el Gobierno decide luchar frontalmente contra el contrabando, el PIB puede aumentar entre 1 y 1,5 puntos y las recaudaciones tributarias en más de Bs 1.500 millones

18 de agosto de 2021, 12:46 PM
18 de agosto de 2021, 12:46 PM

Las cámaras departamentales del sector industrial del país se unen para una lucha contra el contrabando, la ‘segunda pandemia para la industria’ que ejerce una competencia desigual y desleal con la industria formal, que paga impuestos, aportes a la seguridad social de corto y largo plazo, aportes patronales, entre otras obligaciones fiscales.

El sector estima que al país ingresan productos, vía contrabando, por más de $us 3.000 millones y que el comercio ilegal es una realidad que posterga la reactivación de la economía, la creación de empleos y las inversiones locales e internacionales, la producción nacional, el comercio formal y afecta a la calidad de vida de miles de bolivianos. “El actual desborde del contrabando es el mayor generador de desempleo en el país”, da cuenta la CNI.

Argumentan que, en 1999, el contrabando alcanzó $us 1.000 millones y en 2019 llegó a $us 2.300 millones. Para 2020 se estimó que la cifra supera los $us 3.000 millones, como producto de los efectos económicos de la pandemia y la devaluación de las monedas de países vecinos. El impacto del contrabando sobre la economía se estima entre 2 y 3% del Producto Interno Bruto.

Según la CNI, en las fronteras con Bermejo, Yacuiba, Villazón, con Argentina; Puerto Quijarro, con Brasil; Kasani y Desaguadero, con Perú; y Pisiga y Tambo Quemado, con Chile, la circulación se da por ‘contrabando hormiga’, o en convoy de transporte pesado.

“El impacto directo del contrabando es una competencia desleal y desigual con la producción nacional. Genera caída de ventas que afecta a la inversión, producción, generación de empleo y aportes tributarios. No paga impuestos internos ni aranceles, no cumple con medidas fitosanitarias y genera depauperación en la economía y en las familias bolivianas”, según la CNI.

En este marco, el presidente de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Ibo Blazicevic, sostuvo que el sector ha declarado la ‘guerra al contrabando’, alentando políticas, programas y proyectos de formalización de las actividades económicas que permitan la generación de inversión, producción y generación de empleo productivo, digno y mejor remunerado que es una estrategia alternativa para luchar contra el contrabando.

A juzgar por Blazicevic, el contrabando es el mayor problema que hoy experimenta la industria con serios efectos de desindustrialización nacional. Explicó que en ese marco han desarrollado una estrategia nacional, que tiene cuatro pilares: una intensa campaña de comunicación de concientización de lucha contra este flagelo, acciones legales para reducir la sanción penal al contrabando de 200 mil UFV (valor del tributo omitido) a 10 mil UFV (mismo que era el 2003), estudios económicos de cuantificación del contrabando por sectores y su impacto sobre el empleo, producción e impuestos y gestiones con entidades públicas para incrementar las acciones y operativos de lucha conjunta contra el contrabando.

Es fundamental, a criterio de Blazicevic, que desde el Gobierno central se tome la decisión de ejercer una lucha frontal y total al contrabando, que es lo que exige el sector industrial y las empresas en su conjunto. A su vez, municipalizar en el mercado interno la lucha al contrabando, a través de los municipios y las gobernaciones, activando controles en mercados, ferias, y otros espacios en los que se comercializan productos de contrabando.

“Si el Gobierno decide luchar frontalmente contra el contrabando, el PIB puede aumentar entre 1 y 1,5 puntos y las recaudaciones tributarias en más de Bs 1.500 millones”, aseguró Blazicevic.