Es un empresario boliviano que, luego de haber fundado el primer radiotaxi en el país y haber tenido una firma de turismo de aventura, apostó por el sector gastronómico creando Factory Grill&Bar

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14 de marzo de 2017, 4:00 AM
14 de marzo de 2017, 4:00 AM

Desde muy joven, Sergio Arenas Mariaca (55) tuvo las ganas de emprender un negocio propio. En 1988 fundó Su Taxi, la  primera compañía de radiotaxis en el país. Posteriormente, estableció una firma de turismo de aventura. Hace poco más de nueve años comenzó a gestar Factory Grill&Bar, un restaurante de comida estadounidense de calidad, que tiene la intención de convertirse en la primera cadena de restaurantes 100% boliviana con proyección internacional.               

—¿Cuál fue su primer emprendimiento? 
Soy apasionado por el rock clásico. Cuando tenía 16 años grababa música. A fines de los 70 tenía una colección de más de  500 discos de vinilo y grababa y vendía música a mis amigos. Era una especie de Spotify del siglo XX. Ese fue mi primer emprendimiento y lo recuerdo con cariño. En 1988 fundé la primera línea de radiomóviles en Bolivia llamada Su Taxi. La abrimos con 40 autos Subaru. Introdujimos conceptos como que un radiotaxi haga compras o preste auxilio mecánico. Después vendimos los vehículos y se volvió una especia de Uber, ya que comenzamos a prestar solo el servicio de logística y organización. Luego incursioné en el turismo aventura, con una empresa que organizaba descensos en bicicleta 
zhasta Coroico.       

— ¿Cómo nace la idea de crear Factory Grill y apostar por el sector gastronómico? 
Factory Grill es una idea que nació hace ocho o 10 años. Mientras me concentraba en otros emprendimientos, tenía el tema en la cabeza. Amalgamamos la idea con los que ahora son mis socios, con amigos, con arquitectos y con gente del sector y la aterrizamos. Desarrollamos la arquitectura y el menú, el cual tomó como un año.

—En la actualidad, ¿cuántos locales tienen?
En La Paz tenemos un restaurante y cinco exprés; en  Cochabamba contamos con un restaurante y dos exprés; en Santa Cruz disponemos de un restaurante y tres exprés; en El Alto (en el aeropuerto) tenemos un exprés y en Sucre, otro.

— ¿Cuáles son sus planes para esta gestión?  
Este mes abriremos un exprés en Oruro y otro en Sucre (el segundo en esa ciudad). A finales del año inauguraremos otro restaurante en la zona norte cruceña. Además, estamos trabajando en un nuevo menú que incorporará platos del sur y del este de EEUU y con el estilo neoyorkino.

—Y sus perspectivas...
El sector se va a seguir moviendo bien, pero no va a crecer al ritmo de los últimos dos o tres años.

—¿Cuáles son las claves del éxito de Factory Grill?
Factory es el resultado de un concepto. Hay que dejar en claro que el sector gastronómico no es un concepto de boliche, es uno de empresa. Este es un sector empresarial con hartísimo riesgo, no es como todo el mundo lo percibe, de mucho glamur, de fotos y de exposición. Este es un sector de mucho trabajo. En el mundo siete de cada 10 emprendimientos gastronómicos quiebran antes del segundo año. Es importante que cuando se decide entrar en el sector, se sepa que hay que hacerlo con un plan de negocios muy bien establecido y un estudio de mercado. Estos conceptos deben desarrollarse con mucha más seriedad en nuestro país. Que no sea porque el de al lado está vendiendo panchito y le está yendo muy bien, y crea que voy a poner un carrito de panchitos y me va ir igual de bien. 
 
—¿Hay la posibilidad de exportar el concepto Factory?
Ese es el plan. El sueño que tenemos es ser la primera cadena nacional que sale de Bolivia. No es un sueño para alimentar el ego de nadie, es simple y llanamente que creemos que los bolivianos tenemos capacidad empresarial y en este caso,  creemos que tenemos la capacidad y el producto para salir y ser altamente competitivos.

En estos momentos existe una posibilidad que estamos viendo con calma. A los mercados y economías emergentes, como las de Bolivia, Paraguay o Ecuador, les han llovido franquicias internacionales, unas muy buenas y otras decadentes, pero ¿qué es lo que pasa?, un empresario de una ciudad como Asunción, con una economía espectacular y un crecimiento impresionante, tiene el interés de ingresar al sector gastronómico. Se pone a negociar con una franquicia internacional, pero sus costos van a ser enormes, porque esa firma vende todo, frente a una empresa que podría ser boliviana, que tiene el mismo producto o mejor, la misma calidad, una experiencia similar o mejor, y no exige semejantes costos de inversión muerta al inicio. Gente de Argentina y Perú con la que trabajamos y que es la que licencia franquicias internacionalmente, nos ha visto como un potencial actor en el mercado regional, porque nuestros costos significarían mejores resultados