Los ensayos se iniciarían en la campaña agrícola verano e invierno 2022/2023 y se realizarían en la zona norte y de expansión (este) del departamento de Santa Cruz

7 de septiembre de 2022, 10:19 AM
7 de septiembre de 2022, 10:19 AM

La Universidad Autónoma Gabriel René Moreno (Uagrm), a través de la Facultad de Ciencias Agrícolas, presentó la ‘Propuesta de Técnica para realizar Estudios de Valor Agronómico de Genotipos de Maíz y Soya Genéticamente Modificados’ que será enviada a los ministerios de Mediambiente y Agua y Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT), asi como al Comité Nacional de Bioseguridad, para que sea considerada y admitida para realizar estudios cientificos a estos dos cultivos afectados por la sequía y la alta incidencia de plagas, que inciden significativamente en el rendimiento.  

Se realizará una evaluación técnica y económica de cada uno de los materiales genéticos empleados. La valoración técnica incluirá las principales características agronómicas y sus respectivos rendimientos, mientras que la estimación económica incluirá un análisis económico que permitirá conocer el retorno marginal de cada material evaluado.

“Esta presentación la hacemos en vista de que el Comité Nacional de Bioseguridad ya ha recibido el mandato del Ministerio de Desarrollo Rural y Tierras (MDRyT) para iniciar estos ensayos, lo cual era necesario para trabajar una propuesta técnica y económica en la que se describa claramente la metodología que se debe emplear para una evaluación técnica y económica adecuada de estos materiales”, refirió el decano de la Facultad de Ciencias Agrícolas de la UAGRM, José Luis Llanos, acompañado por el investigador genético agrícola Marín Condori, cuya trayectoria en estudios y mejora de semillas es ampliamente reconocida en el contexto regional y nacional.

La propuesta será enviada al MDRyT y, una vez que sea autorizada para su ejecución, se prevé que los ensayos sean realizados durante dos campañas continuas, verano e invierno, en diferentes pisos agrícolas del norte y este del departamento de Santa Cruz. “Lo que queremos determinar son dos cosas principalmente: cuál sería el comportamiento de los diferentes materiales genéticos en cada suelo y la diferencia que podría darse en cuanto al rendimiento de los cultivos”, aseveró Llanos.

El decano de la Facultad de Ciencias Agrícolas, junto al presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), Fidel Flores, y el segundo vicepresidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Freddy García, manifestó el pedido público a las autoridades del Gobierno Nacional para que permitan que la casa de estudios superiores sea parte activa de las investigaciones que se realicen en el país, en cuanto al uso de los cultivos genéticamente modificados.

“Estamos seguros que con la participación de la Universidad y de la Facultad de Ciencias Agrícolas podremos contar con estudios sólidos para determinar el valor agronómico que puede tener la biotecnología para el agro cruceño”, insinuó Flores.

Bolivia no tiene permitido el uso del maíz genéticamente modificado, como sí sucede en países vecinos como Argentina y Brasil, donde por cada hectárea sembrada se puede alcanzar rendimientos por encima de seis toneladas. En Bolivia, pese a todo el esfuerzo de los agricultores, se suele llegar a un máximo de tres toneladas de maíz por hectárea sembrada.