Documentos que fueron filtrados al diario The Guardian y compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación reveló el lobby de la compañía

24 de julio de 2022, 4:00 AM
24 de julio de 2022, 4:00 AM


Una investigación periodística vuelve a poner contra las cuerdas a los poderosos. Documentos que fueron filtrados al diario The Guardian y compartidos con el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ por sus siglas en inglés) reveló el lobby mundial realizado por la empresa Uber para violar normas y realizar operaciones comerciales oscuras. En un comunicado la compañía reconoce lo que califica como errores de su antigua administración a la cabeza de su exCEO, Travis Kalanick. Es más, asegura que dejó atrás “una era de confrontación a una de colaboración”.

¿Pero qué son los Uber Files?

Básicamente son archivos, correos electrónicos que, según la página ICIJ, fueron obtenidos por el periódico The Guardian y compartidos con el ICIJ y otros 42 socios de medios. El caché incluye correos electrónicos, mensajes de texto, presentaciones de la compañía y otros documentos de 2013 a 2017, cuando Uber irrumpía en las ciudades desafiando las leyes y regulaciones locales, eludiendo impuestos y tratando de someter a la industria del taxi, principalmente, pero también a los trabajadores.

Un reporte de AFP, en base a esta filtración señala que desde el inicio, Uber ha estado en el punto de mira por sus prácticas laborales en decenas de países.
El gigante defiende con vigor el uso del estatuto de trabajador independiente, pero decisiones judiciales de varios países le obligaron a conceder el estatuto de empleado a sus trabajadores.

En 2021, la justicia británica puso fin a cinco años de juicios y dictaminó que Uber deberá garantizar un salario mínimo y vacaciones remuneradas a sus conductores, una primicia mundial.
Dos meses después, un acuerdo “histórico” permitió a los 70.000 choferes de Uber ser representados por un sindicato.

Poco después, la justicia francesa y neerlandesa consideró que los conductores están regidos por un contrato de trabajo.
En 2019, California también consideró que los conductores de la compañía son asalariados. En 2020, Uber lanza una contraofensiva mediante la aprobación de un referéndum sobre el estatuto de independiente de los trabajadores, pero un juez lo consideró inconstitucional.

Tras una fuerte regularización fiscal en Dinamarca, la empresa fue procesada por complicidad en actividades ilegales y debe pagar una multa de 3,3 millones de euros ($us 3,36 millones) en 2020 para evitar un juicio.

Acoso

En 2017, Uber, acusado de tolerar una cultura sexista y violenta, abre una investigación interna. Su cofundador Travis Kalanick se vio obligado a dimitir por alentar prácticas directivas brutales.

Además, la empresa despidió a 20 trabajadores tras 215 denuncias por comportamientos inapropiados e intimidaciones por parte de empleados de todo el mundo. En India, uno de los dirigentes de la compañía es despedido después de haber tratado de desacreditar el testimonio de una mujer violada por un chofer en 2014.

En 2018, Uber afirma que ya no usa la vía de la mediación en caso de agresión o acoso sexual, que prefería antes de que el caso llegara a los tribunales. El mismo año, una antigua ingeniera presenta una queja en San Francisco cuando la empresa le negara un aumento salarial tras haber denunciado discriminaciones y casos de acoso sexual contra mujeres en la compañía. Al parecer, se echó para atrás en un acuerdo por el que Uber pagaba 10 millones de dólares a varios empleados para evitar acciones legales.

En 2017, la justicia estadounidense investigó sospechas de corrupción en el extranjero y el uso de programas ilegales para espiar a la competencia.
Uber sostuvo “una estrategia sofisticada para destruir, esconder, disimular y falsificar registros o documentos con la intención de impedir o interferir en las investigaciones del gobierno”, explica la fiscalía estadounidense.
El antiguo responsable de la “inteligencia” de Uber asegura haber recibido 4,5 millones de dólares para no criticar a la empresa.

A inicios de 2018, Waymo, una filial de Google que desarrolla vehículos autónomos, acusa a la firma de robar secretos tecnológicos sobre el sistema de conducción autónoma. Para resolver la demanda, Uber paga a Waymo $us 245 millones.

En noviembre de 2017, Uber admite que los datos de 57 millones de sus usuarios, clientes o choferes, han sido pirateados. La empresa lo sabía desde noviembre de 2016, pero depositó 100.000 dólares a los ‘hackers’ para guardar su silencio.

En 2018, Francia condena a Uber a una multa de 400.000 euros por haber ocultado ese pirateo. La empresa también debe pagar dos multas de más de un millón de euros en Países Bajos y Reino Unido.

Mediante un comunicado Uber dijo que contrató a un nuevo director ejecutivo, Dara Khosrowshahi, a quien se le encomendó la tarea de transformar cada aspecto de cómo opera la empresa. 

“Seguimos las recomendaciones de Eric Holder, un ex Fiscal General de los EE UU contratado por la empresa para investigar y revisar nuestras prácticas comerciales”, señala.

Sobre Bolivia, en un comunicado enviado a EL DEBER dijo que desde hace más de cinco años está disponible en La Paz y Santa Cruz, en donde se ha brindado una alternativa adicional de movilidad para sus ciudadanos y visitantes, además de generar miles de oportunidades de ganancias. 

“Durante este periodo, más de 30.000 personas han conducido con la app de Uber y beneficiado su economía y la de sus familias. Asimismo, se han facilitado 20 millones de viajes, los cuales equivalen a más de 30 millones de personas que han accedido a un traslado cómodo, eficiente y con mayor seguridad mediante la tecnología”, dijo.