Rusia invadió Ucrania hace más de 100 días. La decisión impulsada por Vladimir Putin ha dejado su huella, con repercusiones que se han sentido en todo el planeta

6 de junio de 2022, 16:10 PM
6 de junio de 2022, 16:10 PM

Cuando Rusia invadió Ucrania el 24 de febrero de 2022, comenzó la primera guerra de agresión a gran escala en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. Inimaginable para muchos, el conflicto ha tenido repercusiones en distintos ámbitos. Acá les mostramos cinco cambios que el mundo ha padecido como consecuencia de la guerra.

Millones de refugiados

Desde el comienzo de la invasión rusa, unos 6,8 millones de ucranianos han abandonado su país, mientras que al menos 7,7 millones se han desplazado dentro de las fronteras de Ucrania.

Tras huir inicialmente a países vecinos, al menos tres millones siguieron sus viajes hacia otros destinos, según la agencia de la ONU para los refugiados Acnur. Además de Polonia, en Alemania y República Checa es donde es posible encontrar más refugiados ucranianos, con 727.000 y 348.000, respectivamente.

Cerca de dos millones de ucranianos han retornado al país tras haber escapado, aunque parte de este total podría deberse a un movimiento de ida y vuelta, estima Acnur. La afluencia de refugiados ucranianos hacia la Unión Europea ha desatado reacciones de apoyo total y de tensión. Los refugiados que llegan a un nuevo país suelen depender de la red de seguridad social de este, al menos durante un tiempo. Y eso no siempre es bienvenido.

Crisis alimentaria

Ucrania es un importante granero mundial y produce en torno al 50 por ciento del aceite de girasol del planeta. Según el Ministerio de Agricultura de Estados Unidos, Ucrania genera el 15 por ciento del comercio mundial de maíz y el 10 por ciento del de trigo. El conflicto ha cortado tales exportaciones y Rusia sigue bloqueando el grano que está en los puertos ucranianos del mar Negro.

Esto se ha sentido especialmente en los países que dependen de las importaciones de granos y aceite ucranianos, como Egipto e India. Sin embargo, los efectos son mucho más amplios. Algunos advierten que esto, junto con el cambio climático y el impacto económico que sigue desatando la pandemia de coronavirus, están generando una crisis alimentaria mundial.

En mayo, el Consejo de Seguridad de la ONU advirtió que los niveles de hambre en el mundo habían alcanzado "un nuevo récord", y agregó que decenas de millones de personas podrían verse enfrentadas a una hambruna debido a la guerra. Hasta el mes de mayo, 23 países habían impuesto restricciones a la exportación de alimentos, una señal de disminución de la seguridad alimentaria.

Seguridad energética

Rusia es el mayor exportador de gas natural del mundo, el segundo mayor proveedor de crudo y el tercero de carbón. Hasta la guerra, tres cuartos del gas y cerca de la mitad de su petróleo se entregaban a Europa. En 2020, la producción energética rusa representó una cuarta parte del consumo de energía de la Unión Europea.

Pero después de la invasión rusa, la UE buscó poner fin a su dependencia. "Simplemente no podemos confiar en un proveedor que explícitamente nos amenaza", dijo en marzo la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. Ese mismo mes, Bruselas expuso sus intenciones de eliminar por completo la dependencia de los combustibles fósiles rusos para 2030, a la vez que anunciaba un corte de dos tercios de la compra del gas de Moscú a finales de este año. Maximizar el almacenamiento de gas es parte del plan. Importar gas licuado, por ejemplo desde Estados Unidos, es otra. Sin embargo, algunos expertos advierten sobre el peligro de escasez de gas y posibles racionamientos.

Inflación

La escasez de alimentos y energía ha provocado un gran cambio en la vida de muchas personas, básicamente porque los precios han aumentado fuertemente. Cuando hay menos oferta de algo, su precio aumenta, y cuando la comida y el combustible son más caros, todo lo demás también sube de precio.

Lo de los alimentos es especialmente preocupante. La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) tiene un índice de precios que mide el cambio mensual en los valores de una canasta de alimentos. Esta herramienta mostró que en marzo la canasta alcanzó un máximo histórico.

La inflación es un fenómeno que afecta todos los aspectos de la economía. La inflación más que se duplicó a escala mundial en los doce meses transcurridos desde marzo de 2021, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT). En la eurozona, la inflación llegó al 8,1 por ciento interanual el último mes, todo un récord.

Sin embargo, se estima que el alza de los precios golpeará aún más a los países de bajos ingresos. Un reciente informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) proyectaba una inflación del 5,7 por ciento para los países industrializados, mientras que para los países en desarrollo prevé un 8,7 por ciento. Como si no bastara con el alza de los precios, los expertos vaticinan que estos podrían seguir altos por varios años.

El renacimiento de la OTAN

La invasión rusa también ha dejado su marca en la geopolítica. Algunos expertos esperan una nueva división en bloques geopolíticos y económicos, con Rusia y China por un lado y Estados Unidos y la Unión Europea por otro.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte, conocida también como OTAN, fue fundada en 1949, tras la Segunda Guerra Mundial, y reunía a Estados Unidos, Canadá y 10 países europeos. Hija de la Guerra Fría, se convirtió en un paraguas para la democracia y los mercados libres en Europa, con una fuerte expansión hacia el este en 2004. En la actualidad, 30 Estados conforman la OTAN.

La clave de la OTAN es el artículo 5, que establece el principio de defensa colectiva: si un miembro de la alianza es atacado, esto se considerará un ataque a todos, con represalias militares a cargo de cada miembro. El perfil militar de la OTAN había perdido tanta fuerza que el presidente francés Emmanuel Macron llegó a decir en 2019 que el bloque estaba con muerte cerebral. Sin embargo, la guerra en Ucrania ha hecho que la alianza militar más poderosa del mundo vuelva a ganar fuerza.

Debido a los temores suscitados por los proyectos imperialistas del presidente ruso Vladimir Putin, Finlandia y Suecia han decidido pedir su ingreso a la OTAN, con lo que rompieron casi 70 años de neutralidad. El líder del Kremlin ve la alianza como una amenaza para Rusia y en repetidas ocasiones ha amenazado con consecuencias si Ucrania también ingresa a sus filas.

La OTAN ha entregado armas y equipos a Ucrania, aunque ha rechazado la solicitud del presidente ucraniano Volodimir Zelenski de imponer una zona de exclusión aérea sobre el país. Por el momento, la OTAN continúa su delicada danza entre mostrar firmeza y no apresurarse, ante el riesgo de desencadenar una Tercera Guerra Mundial.