El mayor fabricante del país anunció que reduce la producción de Covishield a la mitad, mientras las autoridades deliberan sobre vacunas de refuerzo y para menores.

13 de diciembre de 2021, 19:04 PM
13 de diciembre de 2021, 19:04 PM

El mayor fabricante de vacunas de la India recorta su producción de la vacuna contra el Covid-19, porque el país tiene ahora más dosis de las que en realidad necesita para vacunar a toda la población elegible para vacunarse.

Hasta este lunes (13.12.2021), casi 816 millones de personas adultas han recibido al menos una dosis, mientras que 512 millones ya han sido inoculadas con dos, según cifras del Ministerio de Salud del país.

"Tenemos más de 1.800 millones de dosis de vacunas necesarias para inmunizar completamente a los 950 millones de adultos", dijo a DW el Dr. N K Arora, jefe del Grupo Asesor Técnico Nacional sobre Inmunización (NTAGI).

La institución NTAGI asesora al gobierno sobre vacunas, teniendo en cuenta estudios científicos sobre los efectos de políticas y programas de inmunización.

SII reduce a la mitad la producción

El mayor fabricante de vacunas del país, el Serum Institute of India (SII), anunció que reduciría la producción de Covishield, la vacuna más usada en India, al menos en un 50 por ciento a partir de esta semana por la falta de pedidos del gobierno indio.

La vacuna Covishield representa casi el 90 por ciento de las 1.330 millones de dosis administradas en India hasta ahora. Las otras vacunas inoculadas en la India son Covaxin, de Bharat Biotech, y Sputnik-V.

En una entrevista televisada la semana pasada, Adar Poonawalla, director ejecutivo de SII, dijo que "la oferta de Covishield es mayor que la demanda" y que la empresa tiene que reducir su producción.

Agregó que el instituto tenía 500 millones de dosis de Covishield, la mitad de las cuales ya estaba lista, y la otra mitad lo estaría en dos meses.

Los funcionarios del grupo de trabajo COVID de la India dijeron a DW que su prioridad era, sin embargo, vacunar a toda la población adulta antes de aplicar la tercera dosis de refuerzo, cuya demanda ha crecido en las últimas semanas. El Gobierno también tiene que determinar cuándo se vacunarán las personas menores de 18 años.

Autorización para vacunas de refuerzo

Expertos, incluida la Asociación de Proveedores de Atención Médica (AHPI), un organismo que representa a 12.000 hospitales pequeños y medianos, instan ahora al Gobierno a permitir que los adultos reciban una dosis de refuerzo de forma voluntaria.

El AHPI también ha manifestado que el stock excedente de vacunas podría utilizarse eficazmente para este propósito. El sector sanitario privado, que ahora tiene millones de dosis de vacunas contra el COVID sin vender, ha comenzado a ofrecer sus existencias a precios muy reducidos a compradores al por mayor. Sin embargo, el Grupo Nacional de Expertos en Administración de Vacunas para COVID-19 y el NTAGI todavía están deliberando sobre si una dosis de refuerzo es necesaria.

A principios de este mes, el SII solicitó que el inspector general de Fármacos de India autorizara Covishield como dosis de refuerzo, citando la aparición de nuevas variantes de coronavirus, como ómicron. "No hemos recibido ninguna respuesta. Pero tenemos muchas vacunas en nuestras existencias", dijo un funcionario del SII a DW.

Sin embargo, muchos expertos en salud creen que las vacunas de ARN mensajero, después de dos dosis de Covaxin o Covishield, serían refuerzos más efectivos. En cambio, el SII podría concentrarse en distribuir sus dosis a través de COVAX, la red global de intercambio de vacunas, dijo Guatam Menon, profesor de física y biología en la Universidad de Ashoka.

"Cumplir con obligaciones Covax”

"Este es realmente el momento para que hagamos todo lo posible por cumplir con nuestras obligaciones Covax, para asegurarnos de que los países de bajos y medianos ingresos y con brecha de vacunas, puedan acceder a ellas lo antes posible. Esto estaría en consonancia con nuestras obligaciones internacionales, así como con nuestra responsabilidad moral", dijo Menon a DW.

La Organización Mundial de la Salud ha expresado su preocupación por el hecho de que los países ricos, sorprendidos por la aparición de la variante ómicron, puedan comenzar a acumular de nuevo vacunas y perjudicar el suministro mundial, complicando aún más los esfuerzos para acabar con la pandemia. En los países africanos solo se ha vacunado al 7,5 por ciento de la población.