"Espero que toda la emoción que suscitó su muerte asegure que nuestra sociedad mejore, que enseñemos los principios de la igualdad en los banquillos del colegio", dijo su padre

21 de noviembre de 2020, 22:15 PM
21 de noviembre de 2020, 22:15 PM

Un hombre de color al que guardias de seguridad mataron a golpes en un supermercado fue sepultado el sábado después de protestas similares al movimiento que exige justicia racial en Estados Unidos.

João Alberto Silveira Freitas, que tenía cuatro hijos, fue sepultado con una playera blanca en un ataúd envuelto con la bandera de su equipo favorito de fútbol en la ciudad de Porto Alegre.

"Sólo quiero justicia”, señaló su pareja, Milena Borges Alves, a un noticiario de la red Globo. "Eso es todo. Sólo quiero que paguen por lo que le hicieron”. Aseguró que ambos tenían planeado casarse formalmente en unos días después de vivir juntos nueve años.

"Es una tristeza inmensa, no se lo deseo a nadie, me cuesta contener las lágrimas", expresó João Batista Rodrigues Freitas, padre del brasileño de 40 años asesinado el jueves por la noche, la víspera del Día Nacional de la Conciencia Negra.

En presencia de unas 40 personas, Beto, como era conocido, fue enterrado en una ceremonia sobria. Sobre el ataúd había una bandera azul de su club de fútbol favorito, el Sao José, de la tercera división, del que era un acérrimo seguidor.

"Espero que toda la emoción que suscitó su muerte asegure que nuestra sociedad mejore (...), que enseñemos los principios de la igualdad en los banquillos del colegio", agregó su papá.

Los manifestantes furiosos por la muerte de Freitas pintaron el lema "Vidas negras importan” en el pavimento de la avenida Paulista, una de las más famosas en São Paulo, después de una serie de protestas en todo el país, muchas de ellas en filiales de la cadena de supermercados Carrefour.

Algunas protestas continuaron el sábado. La policía militar utilizó aerosol irritante para dispersar a los inconformes afuera de un supermercado en la ciudad nororiental de Recife.

La ira se desató tras la difusión de un video en el que se ve a un guardia que sujeta a Freitas mientras otro lo golpea repetidamente en el rostro. Otro video mostró a un guardia hincado sobre la espalda de Freitas en el estacionamiento de la tienda en Porto Alegre.