La Policía anunció las detenciones después de violentos enfrentamientos durante una intervención dentro de la mezquita Al Aqsa. Después se ha registrado también intercambio de fuego entre Israel y la Franja de Gaza

5 de abril de 2023, 11:25 AM
5 de abril de 2023, 11:25 AM

"La Policía israelí detuvo (...) a más de 350 personas que se atrincheraron violentamente en el Monte del Templo", anunció este miércoles la Policía de Israel en un comunicado, usando la denominación judía de la Explanada de las Mezquitas, lugar sagrado para ambas religiones. 

Los agentes israelíes habían llevado a cabo una intervención dentro de la mezquita de Al Aqsa, en Jerusalén. Según información de la agencia oficial de noticias palestina, Wafa, más de 400 palestinos fueron detenidos y decenas resultaron heridos durante los enfrentamientos con la Policía.

Posteriormente, el Ejército israelí y milicias de la Franja de Gaza intercambiaron proyectiles esta madrugada, en lo que marca el primer incidente violento de peso desde el comienzo del Ramadán. Al menos nueve cohetes fueron lanzados hacia Israel desde Gaza y respondidos por bombardeos de represalia del Ejército, hasta el momento sin que se haya informado de heridos.

El Ejército israelí informó que cinco cohetes fueron interceptados por sus sistemas de defensa antiaérea mientras que otros cuatro impactaron en "áreas abiertas". En respuesta, informó un portavoz, "aviones de combate de las Fuerzas de Defensa de Israel bombardearon un sitio de fabricación de armamento y uno de fabricación y almacenamiento pertenecientes a Hamás", movimiento islamista que gobierna de facto en la Franja y al que Israel responsabiliza de cualquier ataque procedente de su interior.

Hazem Qasem, portavoz de Hamás en Gaza, dijo en un comunicado que el pueblo palestino "no permitirá que la ocupación (israelí) adopte sus planes de ocupación en la mezquita de Al Aqsa". Además, describió las acciones de las fuerzas de seguridad israelíes en el sitio como "una agresión" y "un crimen atroz" que agregó forma parte de su "guerra religiosa". 

Por su parte, Ismael Haniye, líder político de Hamás, calificó los incidentes en Jerusalén como "un crimen sin precedentes que tendrá consecuencias", e instó a que palestinos de Cisjordania e Israel "vayan a la mezquita de Al Aqsa y la protejan".

Wafa citó a testigos que describieron "un uso excesivo de la fuerza" por parte de los agentes israelíes, que habrían lanzado gases lacrimógenos dentro de la mezquita y disparado balas recubiertas en caucho. Un comunicado previo de la Policía mencionó que "alborotadores enmascarados perturbaron el orden" con "cánticos incitadores y con violencia dentro de la mezquita", donde se habrían "atrincherado con fuegos de artificio, palos y piedras".

"Después de muchos y prolongados intentos de sacarlos mediante el diálogo sin éxito, las fuerzas policiales se vieron obligadas a ingresar al complejo para sacarlos con la intención de permitir la oración de la madrugada y evitar disturbios violentos", agregaba el comunicado, que detalló que uno de sus agentes resultó herido en los enfrentamientos que se desencadenaron con su entrada a la mezquita.