Con su última obra, Houellebecq completa su concepto literario: contar historias de hombres blancos en el patriarcado. La sorpresa llega al final, con un anuncio inesperado del autor en los agradecimientos.

11 de enero de 2022, 18:11 PM
11 de enero de 2022, 18:11 PM

"Aniquilar" es el título que llevará probablemente en español la nueva novela de Michel Houellebecq, "Anéantir". En ella, el autor francés habla de una sociedad europea en vías de desaparición, y a cuyo último suspiro asistimos desde hace una década con el auge de los partidos populistas y conservadores de derecha.

La trama se desarrolla durante la campaña de las elecciones presidenciales francesas de 2027. Bruno Juge, ministro de Economía, Finanzas y Presupuesto, es ayudado por su equipo en su afán de llegar a la presidencia. Paul Raison, el verdadero protagonista de la novela, apoya activamente esta iniciativa, mientras que simultáneamente intenta reavivar la adormentada relación que mantiene con su esposa Prudence, hasta que una enfermedad pone en peligro su vida. La historia tiene un poco de novela de espías y, si hay algo que nunca le falta a las obras de Houellebecq, es suspenso; "Aniquilar" no es la excepción.

La provocación de Houllebecq

Desde la presentación de su bestseller "Sumisión", Michel Houellebecq se ha hecho famoso como un autor político provocador que a través de sus novelas analiza los acontecimientos contemporáneos. "Aniquilar" es también el retrato de una época que está desapareciendo, en la que los hombres tenían una indiscutible soberanía en la interpretaciónde la vida y la sociedad.

En la novela, un hombre blanco analiza la decisión de su cuñada blanca infértil de tener un hijo negro mediante inseminación artificial. Que le parezca imposible no es de extrañar; pero que luego fantasee que ella tal vez lo hace para humillar a su marido (su hermano), que también es blanco, es un ejemplo de la descripción que hace Houellebecq de lo que actualmente se denomina "masculinidad tóxica": hombres que ven a las mujeres como el enemigo, al matrimonio como una prisión, a los niños como una carga y a las personas negras como inferiores.

En consecuencia, su existencia no es alegre, y Houellebecq no lo oculta. Sus personajes masculinos y blancos, en torno a los cuales giran todos sus últimos libros, son siempre infelices; no les ahorra ninguna humillación ni debilidad, no les permite ni ilusiones ni felicidad personal.

Los personajes no se destruyen, desaparecen

Esto es lo que le pasa al protagonista, Paul. En el mismo momento en que redescubre su amor por Prudence, le diagnostican un cáncer de lengua y deberá decidir entre extirpársela o morir. Como es lógico, prefiere perder su vida antes que su lengua. Por supuesto, no le dice a su mujer que tendría más posibilidades de sobrevivir si se operara. El trabajo de ella es cuidarlo sacrificadamente mientras él desaparece.

La infelicidad de los personajes del autor tiene su origen en la naturaleza de las personas que aparecen en sus libros. Los hombres se dejan llevar por el sexo y se sienten injustamente subyugados (aunque tengan el mayor poder financiero y político posible), las mujeres en realidad preferirían de corazón estar en casa, criando a los hijos y cuidando a los familiares enfermos. Los géneros no binarios son temas que sus libros prefieren no tocar.

Escapismo para nacionalistas de derecha

Las ficciones de los libros de Houellebecq reflejan un pasado que algunos todavía añoran con nostalgia. Esto se puede apreciar en la campaña presidencial francesa de 2022, tanto en la populista de derecha Marine le Pen como en el radical Éric Zemmour, que básicamente promete devolver a Francia a los supuestamente gloriosos años 60.

Las historias de Houellebecq son el escapismo que los conservadores nacionalistas de derecha francesa necesitan. Esto porque el país, al igual que otras democracias europeas, se encuentra hace años en un nuevo presente en que las mujeres, las personas no blancas y de género no binario quieren sentirse como iguales y reclamar poder político, lo que asusta a algunas personas.

La razón por la que Houellebecq tiene tanto éxito, a pesar de las provocaciones y la ruptura de tabúes, radica en lo que ofrece a los lectores: sus historias nos permiten entrar en la cabeza de alguien que le tiene miedo a una sociedad igualitaria y que prefiere estar solo antes que abrirse a alguien en igualdad de condiciones.

El autor suelta una bomba al final

"Aniquilar" será la última novela de Houellebecq, según anuncia el autor en el agradecimiento: "Afortunadamente acabo de llegar a una conclusión positiva; para mí ha llegado el momento de parar". Esto puede entristecer a varios, como por ejemplo, a la escritora y biógrafa de Houellebecq, Julia Encke: "¿Quiere parar? ¿Ahora? ¿Por qué?", dijo a un periódico alemán.

La respuesta es obvia. Michel Houellebecq sabe cuándo ha llegado el momento de abandonar el escenario. En innumerables novelas ha cumplido su intención: inmortalizar en la literatura la soledad de la existencia masculina en el patriarcado. Lo ha conseguido. Solo queda decir una cosa: ¡Bravo! y adiós.