Se desacredita la doble ascendencia genómica de los japoneses: los análisis genéticos demuestran que descienden de tres culturas antiguas

21 de septiembre de 2021, 18:50 PM
21 de septiembre de 2021, 18:50 PM

Un análisis del ADN antiguo está transformando la comprensión de la ascendencia genética de la población actual de Japón, identificando una contribución crucial de personas que llegaron hace unos 1.700 años y ayudaron a revolucionar la cultura japonesa.

Una investigación publicada el pasado viernes (17.09.2021) en la revista Science Advances demostró que la población japonesa presenta rasgos genéticos de tres poblaciones antiguas, y no solo de dos como se creía hasta ahora, lo que supone una ascendencia más compleja para este país archipiélago de unos 125 millones de habitantes.

Los investigadores analizaron la información genética de 17 japoneses antiguos –el ADN extraído de los huesos de 12 específicamente para este estudio y de cinco realizados anteriormente– y la compararon con los datos genómicos de los japoneses modernos.

Poblaciones del periodo Jomon y Yayoi

Se confirmaron las contribuciones genéticas previamente documentadas de dos grupos antiguos. El primero era la cultura indígena de cazadores-recolectores de Japón, que data de hace unos 15.000 años, el inicio del llamado periodo Jomon. El segundo fue una población de origen nordeste asiático que llegó alrededor del año 900 a.C., trayendo el cultivo de arroz húmedo durante el posterior periodo Yayoi.

Los investigadores determinaron que los japoneses modernos tienen aproximadamente un 13 % y un 16 % de ascendencia genética de estos dos grupos, respectivamente.

Sin embargo, se descubrió que el 71 % de su ascendencia procedía de una tercera población antigua de origen asiático oriental que llegó aproximadamente en el año 300 d.C. para iniciar el llamado periodo Kofun, que aportó diversos avances culturales y desarrolló un liderazgo centralizado. Estos emigrantes parecen haber tenido una ascendencia principalmente parecida a la de los Han, que constituyen la mayor parte de la población de China.

"Estamos muy entusiasmados con nuestros hallazgos sobre la estructura tripartita de las poblaciones japonesas. Este hallazgo es importante para reescribir los orígenes de los japoneses modernos aprovechando el poder de la genómica antigua", afirmó el genetista Shigeki Nakagome, del Trinity College de Dublín (Irlanda), codirector del estudio.

Capacidad del ADN antiguo

La investigación demuestra la capacidad del ADN antiguo para descubrir nuevos componentes ancestrales que no podrían verse utilizando datos genéticos modernos, añadió el codirector del estudio, Daniel Bradley, también del Trinity College de Dublín.

El estudio demostró que los habitantes de las antiguas fases culturales de forrajeo, agrarias y de formación de estados de Japón contribuyeron de forma significativa a la ascendencia de la población japonesa actual, dijo Nakagome.

El más antiguo de los esqueletos de los que se extrajo el ADN era una mujer que databa de hace unos 9.000 años de un yacimiento del periodo Jomon en la prefectura de Ehime, mientras que los más recientes eran tres esqueletos de hace unos 1.500 años de un yacimiento del periodo Kofun en la prefectura de Ishikawa, según el genetista y codirector del estudio Takashi Gakuhari, de la Universidad de Kanazawa (Japón).

El periodo Kofun debe su nombre a las grandes tumbas de tierra que se construyeron para los miembros de la nueva clase dirigente en una época de importación de tecnología y cultura desde China a través de la península de Corea.

"Los caracteres chinos empezaron a utilizarse en este periodo, como los caracteres chinos inscritos en utensilios de metal, por ejemplo, espadas", dijo Nakagome.

La insularidad era un subproducto de la geografía insular de Japón, rodeada de océanos que dificultaban la migración en la antigüedad. Las primeras personas que llegaron a Japón lo hicieron hace más de 30.000 años, en una época en la que el nivel del mar era más bajo y en la que pudo haber un puente terrestre hacia el continente asiático.

Los investigadores también afirmaron que la genética de la población japonesa se ha mantenido en gran medida estable desde el periodo Kofun, que duró entre el 300 y el 700 d.C. aproximadamente.