Los llamados "bandidos" imponen el terror en distintas regiones de Nigeria. Las autoridades quieren evitar estos crímenes impidiendo el uso de motocicletas.

26 de marzo de 2022, 20:29 PM
26 de marzo de 2022, 20:29 PM

Cada vez son más los estados del noroeste de Nigeria que han impuesto prohibiciones a las motocicletas en un intento por enfrentar la creciente ola de ataques mortales llevados a cabo por bandas criminales conocidas como "bandidos". Estas bandas suelen usar estos vehículos para escapar después de perpetrar sus delitos, el último de los cuales tuvo lugar en el estado de Kaduna el pasado domingo 20 de marzo, dejando al menos 34 muertos, entre ellos dos soldados.

Más de 200 viviendas fueron destruidas en el ataque a cuatro villas, dijeron las autoridades. En un incidente separado el mismo domingo, bandidos en motocicleta asaltaron un caserío remoto en el estado de Zamfara, también en el noroeste del país, matando a 16 personas.

Una semana antes, otra banda armada había causado la muerte de siete policías y cuatro vigilantes, en redadas en el centro y noroeste del país. Las autoridades locales reconocen que los ataques y los secuestros se han intensificado, y por ello decidieron tomar medidas.

¿Basta con prohibir las motocicletas?

Los estados de Kebbi, Katsina, Sokoto y Zamfara confían en que la prohibición de las motocicletas ayudará a reducir la violencia. El asesor de seguridad del gobernador de Katsina, Ibrahim Ahmed, dice a DW que en ese estado las motocicletas tendrán prohibido circular entre las 22 horas y las 6 a.m.

"En Katsina Su Excelencia puso en marcha una orden ejecutiva que restringe las actividades de los motociclistas, teniendo en cuentan que los delincuentes usan principalmente esta herramienta para cometer sus crímenes", explica Ahmed. En tanto, el portavoz policial del estado de Sokoto, Sanusi Abubakar, declara a DW que los agentes policiales están en alerta máxima para reprimir a estos bandidos.

"El gobierno estatal promulgó esta orden que ha sido aplicada por la policía nigeriana y otras agencias de seguridad acá en Sokoto, para prohibir el movimiento de las motocicletas", revela Abubakar. Ahmed, en tanto, indica que la prohibición en Katsina es vital porque "la mayoría de las actividades criminales son perpetradas en la noche". Desliza, sin embargo, que "el gobierno está pensando revisar su estrategia, porque tienes que desarrollar un enfoque basado en la evidencia para enfrentar este problema. A medida que el crimen evoluciona, hay que acudir a nuevas restricciones".

Según el portavoz policial de Sokoto, "las medidas tomadas por el gobierno del estado junto con las agencias de seguridad han dado resultados positivos, y estamos atentos para garantizar la seguridad de las vidas y las propiedades".

¿Han funcionado estas prohibiciones?

En 2011, las motocicletas fueron prohibidas en el estado de Borno, en el norte de Nigeria, uno de los bastiones del movimiento islamista Boko Haram, para evitar ataques de ese grupo. Boko Haram ha recurrido a los hombres armados montados en motocicletas para asesinar a agentes policiales, civiles y políticos porque ofrecen un medio de escape rápido y eficiente. Yobe, estado vecino a Borno, adoptó una ley similar en 2012. Ese mismo año. los estados de Adamawa y Taraba impidieron circular en moto en sus capitales, Yola y Jalingo, respectivamente.

Pero a comienzos de este año, Yobe levantó la prohibición en 10 zonas. Las autoridades dicen que la situación de seguridad ha mejorado y que no se hace necesario mantener las prohibiciones.

Alhaji Abdullahi Usman Kukuwa, comisionado de Transporte de Yobe, revela a DW que la "prohibición del uso de motocicletas ha registrado muchos éxitos. La única solución era prohibir las motocicletas en Borno y Yobe y esta decisión ha reducido la tasa de crímenes cometidos por motociclistas". El analista de seguridad Abubakar Mai Shanu confirma que la prohibición ha sido efectiva. "Creo que si miramos lo que estaba pasando, los delincuentes usaban las motos para operaciones rápidas. Fue una sabia decisión prohibir las motocicletas", estima.

Sin embargo, Shanu ahora apoya la idea de levantar la prohibición. "Cada paso o política de gobierno debe ser siempre revisada. Y si miramos de nuevo, a mucha gente honrada se le cortó también su sustento diario, por más que la seguridad sea muy importante", apunta.

Hay que hacer más

Pero no todos esperan que esta sola prohibición consiga frenar los ataques. El experto en seguridad nigeriano, mayor (r) Bishir Galma, dice a DW que pese a las prohibiciones, los ataques no han cesado. "Según todos los indicios, estos bandidos siguen en todas partes, lo que significa que deben tener los medios para procurarse una de estas motocicletas", sostiene. Además, "hay una falta de cumplimiento efectivo de estas prohibiciones, especialmente en las zonas rurales. Es difícil hacer cumplir la ley allí. Y si lo haces, es muy probable que afectes a propietarios privados que usan sus motocicletas para hacer trabajos honestos". Galma estima que la mejor solución para enfrentar el crimen es "prohibir su venta en las zonas rurales".

La violencia de los bandidos nigerianos tiene su origen en los enfrentamientos por tierra entre agricultores y ganaderos del noroeste, pero hoy se ha convertido en una actividades criminal más amplia y de difícil solución.