Un nuevo estudio que emplea técnicas avanzadas de rayos X sugiere que la Sábana Santa podría datar de hace 2.000 años, coincidiendo con la época de Jesús y desafiando estudios anteriores.

28 de agosto de 2024, 15:07 PM
28 de agosto de 2024, 15:07 PM

El Sudario de Turín, que algunos consideran el auténtico sudario funerario de Jesucristo, continúa siendo objeto de un intenso debate académico y científico. Este artefacto, que muestra la figura de un hombre con signos de traumas propios de la crucifixión, ha sido analizado y estudiado más que cualquier otro objeto arqueológico en la historia. Sin embargo, su autenticidad sigue siendo una cuestión controvertida.

¿Reliquia o falsificación?

Originariamente presentada en 1354 por Geoffroi de Charny en Francia, la sábana, también conocida como la Sábana Santa o el Santo Sudario, fue acusada de ser una falsificación –asegurando que había sido pintada por un artista de la época– por el obispo de Troyes, Pierre d'Arcis, en 1389. La controversia se intensificó tras un estudio realizado en la década de 1980, el cual, mediante técnicas de radiocarbono realizadas por equipos independientes, fechó el lino entre 1260 y 1390 d.C., mucho después de la época de Cristo.

No obstante, un estudio publicado en la revista Heritage –recogido recientemente por varios medios– liderado por el científico italiano Liberato De Caro del Instituto de Cristalografía en Bari ha reavivado el debate. Publicado en 2022, el estudio emplea una técnica avanzada de dispersión de rayos X para examinar el lino, concluyendo que la Sábana Santa podría datar de hace aproximadamente 2.000 años, lo que la situaría contemporáneamente a la vida de Jesús.

En concreto, este hallazgo, que no aborda la cuestión de si el artefacto en realidad fue o no el sudario funerario de Jesús, sugiere que el envejecimiento de la celulosa en las fibras de lino podría haber sido afectado por las bajas temperaturas en las que se conservó la sábana durante siglos. Esto, según los investigadores, explicaría por qué la mayor parte del envejecimiento del tejido habría ocurrido antes del siglo XIV, lo que podría hacer que la datación por radiocarbono fuera menos precisa de lo que se pensaba.

Cautela científica

A pesar del entusiasmo que ha generado el nuevo estudio, los propios investigadores advierten que sus conclusiones están sujetas a condiciones específicas. Para confirmar la antigüedad propuesta, sería necesario demostrar que la sábana se conservó durante 13 siglos en condiciones muy precisas de temperatura y humedad antes de su aparición en la historia documentada.

Además, el estudio no está exento de críticas. Algunos expertos señalan la necesidad de más análisis y recuerdan controversias pasadas relacionadas con investigaciones sobre la Sábana Santa, incluyendo un artículo retractado en 2018 por la revista PLOS One, del que De Caro fue coautor, debido a cuestionamientos sobre la calidad de la investigación y la procedencia de las muestras analizadas.

La Sábana Santa de Turín continúa siendo una pieza que oscila entre el misterio y la controversia. Para algunos, representa un testimonio tangible de un milagro divino; para otros, es un ejemplo sofisticado de la artesanía medieval en la creación de reliquias.

Invariablemente, su enigmática presencia sigue cautivando tanto a creyentes como a escépticos, propiciando un debate que se extiende y se renueva con el paso del tiempo. Guardada en la Catedral de San Juan Bautista en Turín, la sábana atrae a una multitud global de peregrinos y visitantes curiosos, todos esperando quizás algún día llegar al fondo de su historia oculta.

Editado por Felipe Espinosa Wang con información de Heritage, Newsweek, Cosmos y The Independent.