Una pequeña ciudad de 45.000 habitantes en el sur de Brasil se ha convertido en el primer laboratorio experimental de vacunas contra el coronavirus del mundo. El resto del planeta espera los resultados con expectación.

25 de febrero de 2021, 17:05 PM
25 de febrero de 2021, 17:05 PM

¿Qué ciudad será nombrada dentro de unos años como la que contribuyó de manera decisiva a derrotar el Covid-19? Posiblemente Serrana. Una pequeña localidad, 300 kilómetros al norte de Sao Paulo, y cuyo nombre algunos brasileños nunca han escuchado en su vida. Pero esto podría cambiar pronto.

Dos de cada tres habitantes, unas 30.000 personas mayores de 18 años, participarán en el proyecto del siglo y de forma voluntaria. Si todo va bien, en tres meses el mundo sabrá si el virus sobrevivió, después de una vacunación masiva.

Alcalde impulsa el "Proyecto S"

Para llevar a cabo con éxito un proyecto de esta envergadura, primero se necesita un alcalde diligente como Leonardo Capitelli, hijo de la ciudad, y a quien todos en Serrana llaman Léo. Este hombre de 38 años solo lleva unas pocas semanas en el cargo. A mediados de noviembre ganó las elecciones a la alcaldía por un estrecho margen de 600 votos.

Este padre de familia numerosa quiere mostrarle a la gente que acertaron votando por él. Todos los días promueve sin denscanso el "Proyecto S" entre la población, en conversaciones personales, en los medios y a través de videos en todas las plataformas sociales. "Proyecto S", porque inicialmente era un secreto ("segredo") y ahora lleva el nombre de la ciudad, Serrana.

"Como representante de la población, estoy muy feliz e increíblemente orgulloso de ser parte de este proyecto histórico y, al mismo tiempo, de asegurar que todos en Serrana estén vacunados”, dice Capitelli, quien añade que "somos pioneros en el mundo con este proyecto de investigación, con el que podemos servir a la ciencia y aumentar la esperanza de vida de toda la población mundial".

La población apoya el proyecto

Capitelli, junto con los investigadores, dividió la ciudad en cuatro sectores: verde, amarillo, gris y azul. Se comenzó a vacunar a la gente por sectores. Cuando termine el primer ciclo, las personas en la zona verde recibirán la segunda dosis y luego las de los demás sectores sucesivamente.

La vacunación masiva lleva dos meses en marcha, y el alcalde ya se ha percatado de que los vecinos de Serrana están contentos: "La gente está entusiasmada y tiene grandes expectativas no solo de poder inmunizarse, sino también de proteger, al mismo tiempo, a sus familias”.

¿Por qué Serrana?

Ricardo Palacios coordina el estudio. "Los científicos trabajamos con la misma intensidad que en cualquier otro país del mundo, porque es nuestra obligación”, dice, "pero claro que nos gustaría más apoyo del Gobierno. Los conocimientos científicos, en el caso del coronavirus, deberían orientar a los gobernantes, pero lamentablemente, este no es el caso en Brasil".

Palacios es director de investigación clínica del Instituto Butantan de Sao Paulo, uno de los centros de investigación más prestigiosos de Brasil. Cuando se le preguntó si le gustaría hacerse cargo de la gestión del "Proyecto S", el científico no se lo pensó dos veces: "Establecer y liderar un proyecto de este tipo es una oportunidad única para un investigador".

Serrana fue elegida por una simple razón: la ciudad fue uno de los "hot spots” de la pandemia en 2020 en Brasil. El cinco por ciento de la población se infectó tras un brote en un hogar de ancianos. Serrana también ofreció condiciones ideales para la investigación por otras razones. "La ciudad tiene un tamaño manejable, las autoridades locales nos han brindado apoyo sin reservas y la respuesta de la población ha sido positiva”, afirma Palacios.

¿Qué sucederá con la inmunidad de rebaño tras el "Proyecto S”?

Otra gran ventaja es un equipo de investigación competente en el lugar, que también incluye a Marco Borges, director del Hospital Estatal de Serrana. Confía en que dentro de tres meses estarán disponibles los resultados, que todo el mundo mirará con gran interés.

"El proyecto durará un año en total, pero en doce o trece semanas tendremos los resultados de los principales objetivos. Entonces podremos decir cómo afectará la vacuna a la transmisión del virus. Y cómo ayudará a reducir la gravedad de los casos de COVID-19 y la mortalidad”.

Tags