La mayoría de los decesos se produjo durante un deslizamiento de tierra ocurrido el sábado en Recife. Las autoridades advierten que se esperan más precipitaciones en los próximos días

30 de mayo de 2022, 10:45 AM
30 de mayo de 2022, 10:45 AM

El número de muertos por las fuertes lluvias que azotan desde el comienzo de esta semana el estado de Pernambuco, en el noreste de Brasil, subió a 84, mientras decenas de personas siguen desaparecidas, según fuentes oficiales.

El gobernador del estado de Pernambuco, Paulo Cámara, informó que 79 de las 84 víctimas fallecieron entre las 18.00 horas del viernes y el domingo, cuando se registraron intensas precipitaciones en todo el estado, principalmente en la región metropolitana de Recife. La mayoría de los decesos se produjo durante un deslizamiento de tierra ocurrido el sábado en Recife.

Asimismo, más de 4.000 personas que viven en zonas de riesgo se vieron obligadas a dejar sus hogares, según informó el ministro de Desarrollo Regional, Daniel Ferreira, durante una rueda de prensa en Recife, capital del estado, donde ha sido declarada la "situación de emergencia". Los equipos de rescate trabajan contra el tiempo buscando a posibles sobrevivientes.

El episodio más trágico tuvo lugar la víspera en el barrio Jardim Monte Verde, en el sur de Recife, donde 20 personas murieron cuando un alud de tierra se llevó por delante decenas de viviendas. Pese a que las lluvias dieron tregua este domingo, el ministro alertó que están previstas precipitaciones en los próximos días, por lo que el número de víctimas se podría incrementar.

Visita de Bolsonaro

Ferreira integró una comitiva ministerial que se desplazó hasta la región para sobrevolar la zona afectada por las lluvias, adonde el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se trasladará este lunes "para enterarse mejor de la tragedia", según anunció en sus redes sociales. El ministro Ferreira también informó de 25 heridos y 533 desplazados debido a las precipitaciones.

Imágenes divulgadas el domingo por la televisión muestran a los rescatistas, ayudados por voluntarios, retirando escombros en medio de una gran destrucción en Jardim Monteverde. "Se murió mi hermana, mi cuñado, murieron 11 personas de mi familia, fue difícil. Fue muy difícil. No me esperaba esto", dijo un hombre mayor entrevistado por la prensa local. Detrás de él, una cadena humana, con los pies hundidos en el barro, se iba pasando cubos con desechos que bajaban del cerro.

"Aunque ahora ha dejado de llover, tenemos previsión de fuertes lluvias para los próximos días. Así que lo primero es mantener las medidas de autoprotección", declaró Ferreira.