Llegan agua potable y artículos de primera necesidad a Tonga, donde el desastre de la erupción volcánica y el tsunami dejaron a los habitantes en situación de crisis.

21 de enero de 2022, 10:45 AM
21 de enero de 2022, 10:45 AM

Un cargamento de 250.000 litros de agua potable llegó a Tonga como parte de la movilización internacional, después de que las autoridades de la nación polinesia solicitaran a la ONU asistencia urgente para responder a la situación causada por la reciente erupción volcánica y el posterior tsunami.

El agua y otros bienes de primera necesidad llegan este viernes en barcos y aviones mientras Australia reveló hoy que el desastre ha provocado "daños críticos en infraestructuras y asentamientos remotos de Tonga", según el último vuelo de reconocimiento sobre parte de este archipiélago formado por 169 islas y 105.000 habitantes.

La contaminación de los acuíferos por las cenizas volcánicas y su salinización a causa del tsunami han hecho que la escasez de agua potable sea uno de los problemas más acuciantes a los que se enfrenta Tonga.

Con el objetivo de paliar esta carencia, el barco HMNZS Aotearoa de la Marina neozelandesa llegó hoy al puerto de la capital tongana cargado con 250.000 litros de agua y una planta de desalinización con capacidad de producir 70.000 litros al día.

Nueva Zelanda indicó que esta noche zarpará otro navío con la misión de entregar material destinado a "purificar agua", además de participar en tareas de desescombro y construcción, mientras se encuentra de camino un barco australiano con miles de litros de agua en sus bodegas.

"La capacidad de desalinización del (barco) Adelaide puede producir una cantidad significativa de agua limpia, que es una de las primeras prioridades” tras el desastre, apunta en un comunicado el general australiano Scott Winter.

El Gobierno de Tonga solicitó la víspera asistencia urgente a Naciones Unidas, cuyo portavoz Stéphane Dujarric incidió en la especial preocupación por el acceso a agua potable de cerca de la mitad de la población que depende ahora de agua embotellada.