La Comisión Europea abrió una investigación antimonopolio contra Google por su tecnología de publicidad en línea, para saber si distorsiona la competencia al restringir a otras empresas el acceso a datos de sus usuarios

22 de junio de 2021, 17:55 PM
22 de junio de 2021, 17:55 PM

La Comisión Europea (CE) abrió este martes una investigación antimonopolio para determinar si Google infringió las normas europeas de competencia, al favorecer sus propios servicios de tecnología publicitaria en internet, en detrimento de proveedores rivales, anunciantes y editores.

Bruselas examinará en particular si la empresa tecnológica estadounidense está distorsionando la competencia, al restringir el acceso de terceras partes a datos de los usuarios con fines publicitarios, en páginas web y aplicaciones móviles, reservándolos para su propio uso, indicó en un comunicado el Ejecutivo comunitario.

"Google recaba datos para usarlos con propósitos publicitarios, vende espacio publicitario y actúa como intermediario en la publicidad en línea. Así que Google está presente en casi todos los niveles de la cadena de suministro para la visualización de anuncios en Internet", dijo la vicepresidenta comunitaria y responsable de Competencia, Margrethe Vestager.

La CE teme que Google esté dificultando que sus rivales compitan en el mercado de tecnologías publicitarias, lo que de confirmarse iría en contra de las leyes comunitarias de abuso de posición dominante y sobre acuerdos anticompetitivos entre empresas.

El Ejecutivo comunitario recordó que en 2020 el gasto para poner publicidad en línea ascendió a unos 20.000 millones de euros en la UE y que Google proporciona varios servicios tecnológicos que intermedian entre los anunciantes y los editores para mostrar esta publicidad en páginas web y aplicaciones móviles.

La investigación comunitaria se centrará en varios de estos servicios ofrecidos por la firma estadounidense y en las obligaciones y restricciones que impone a quienes hacen uso de ellos o a proveedores competidores.

Bruselas tratará la investigación con carácter prioritario y tendrá en cuenta las normas de protección de datos europeas (GDPR), que exigen que todos los actores del mercado ofrezcan las mismas garantías de privacidad a los usuarios.