El canciller de Venezuela, Carlos Faría, leyó en la ONU una carta del presidente Nicolás Maduro, en la que señala que las acciones contra Rusia “lejos de sumar a la paz, azuzan el fuego de la guerra"

25 de septiembre de 2022, 13:30 PM
25 de septiembre de 2022, 13:30 PM

El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó este sábado (24.09.2022) las "provocaciones militares" y sanciones económicas impuestas a Rusia por Occidente debido a la guerra en Ucrania, mediante una carta leída por su canciller, Carlos Faría, ante la Asamblea General de Naciones Unidas.

"Rechazamos todas las provocaciones militares y sanciones económicas injerencistas que se han tomado contra Rusia, así como la campaña de odio desatada en detrimento del pueblo eslavo, por considerar que estas acciones, lejos de sumar a la paz, azuzan el fuego de la guerra", dice el texto, una misiva "abierta a la humanidad".

El país suramericano respaldó la propuesta de México de crear un "comité de mediación", integrado por varios jefes de Estado y de Gobierno, que promueva el cese de la guerra en Ucrania.

"Suscribimos la propuesta (...) que aboga por la creación de una comisión internacional para facilitar el diálogo soberano entre Rusia y Ucrania, y nos ponemos a la orden para facilitar sus condiciones", prosiguió el venezolano.

El presidente de Venezuela llamó a los líderes mundiales a dejar en segundo plano las posturas ideológicas y priorizar "el restablecimiento del camino diplomático y del diálogo político por encima del enfrentamiento militar".

"La humanidad no sobrevivirá a una guerra mundial, por tanto a nadie conviene una escalada bélica en ninguna parte del mundo (...) no existen, a los ojos de mi patria, guerras buenas y guerras malas", remarcó.

"Persecuciones políticas"

El presidente recordó que sobre su país pesan 913 sanciones económicas y aprovechó para pedir que se ponga fin a estas "ilegales" restricciones, así como a las "persecuciones políticas" en contra de Nicaragua, Cuba, Irán y Rusia, naciones cercanas ideológicamente con la revolución bolivariana.

Consideró que el planeta está al borde de una crisis "que podría ser la última para la humanidad", ante lo que preguntó a los dirigentes de Europa y Norteamérica si están sordos o, en cambio, pueden apostar a un "cambio ético a favor de la construcción de un nuevo mundo sin colonizados ni colonizadores".

"Tiene que aceptar (Occidente) el surgimiento indiscutible de nuevas potencias y nuevos liderazgos como el de China, Rusia, India, Irán Turquía (...) no hay tiempo para la prepotencia, no hay tiempo para las confrontaciones y escaramuzas inútiles", señaló.

Al ir más allá, hizo un llamado para enmendar injusticias y que se reconozcan los reclamos los pueblos saharaui y palentino, a quienes se les ha negado, dijo, el "derecho a tener una patria".

Asimismo, se pronunció a favor de una reparación para el pueblo argentino, para el que pidió que se le restituyan sus derechos sobre las islas Malvinas -ubicadas en el Atlántico Sur y controladas por Reino Unido desde 1833- que, en palabras de Maduro, les fueron "arrancadas a sangre y fuego por la lógica imperial".