Al inicio del juicio contra el exconsejero de la empresa de pagos digitales Wirecard, DW recapitula cómo se generó el escándalo financiero

9 de diciembre de 2022, 20:33 PM
9 de diciembre de 2022, 20:33 PM

Fabio De Masi, exlegislador del partido socialista de izquierdas alemán Die Linke, que participó en una investigación parlamentaria sobre el caso Wirecard, dijo que "el señor Markus Braun no fue una víctima, sino el padrino de la operación criminal para defraudar a inversionistas".

De Masi recordó el informe de 675 páginas del Parlamento sobre Wirecard, publicado en 2021, que establecía que Braun estaba implicado en la firma de fondos a terceras empresas, a pesar de las advertencias de que estaba regalando "la última liquidez de Wirecard".

¿Qué era Wirecard?

Wirecard fue en su día la estrella del sector tecnológico financiero alemán. La empresa comenzó en 1999 como procesador de pagos en línea para sitios web de pornografía y juegos de azar, y consiguió un flujo estable de ingresos que le ayudó a sobrevivir a la quiebra de las puntocom. La empresa amplió su base de clientes minoristas gracias al auge mundial de las compras en línea y, más tarde, de los pagos por móvil.

Bajo la dirección de Markus Braun, antiguo consultor de KMPG que se incorporó en 2002, la empresa creció a un ritmo vertiginoso, absorbiendo empresas de pago más pequeñas y expandiéndose al sector bancario. Incluso lanzó una empresa conjunta con el gigante chino del comercio electrónico Alipay para permitir a los turistas chinos pagar bienes y servicios en el extranjero.

Wirecard empezó a cotizar en la Bolsa de Fráncfort en 2005 y, 13 años más tarde, desbancó al tradicional prestamista Commerzbank del índice DAX. En su punto álgido, la empresa estuvo valorada en más de 24.000 millones de euros, superando incluso al Deutsche Bank.

¿Qué hizo caer a Wirecard?

En 2016, la empresa estadounidense de investigación financiera Zatarra publicó un informe sobre Wirecard, denunciando actividades fraudulentas en la empresa. Acusaba a altos ejecutivos de cometer blanqueo de capitales y cometer fraude contra Visa y Mastercard.

Tres años después, el periodista del Financial Times Dan McCrum retomó el escándalo, en vista de irregularidades contables en las unidades asiáticas de Wirecard en una serie de artículos. En junio de 2020, la empresa admitió ante la auditora EY que 1.900 millones de euros en efectivo que debían guardarse en dos cuentas filipinas probablemente no existían. El precio de las acciones de Wirecard se desplomó un 99 por ciento y se convirtió en la primera empresa del DAX en declararse insolvente, debiendo a sus acreedores casi 4.000 millones de euros.

Denuncias contra dos periodistas del FT

Una investigación del FT descubrió que los terceros adquirentes (TPA) -empresas que procesaban pagos para Wirecard cuando esta carecía de licencia propia para operar- representaban alrededor de la mitad de los ingresos declarados por Wirecard y gran parte de sus beneficios. Pero la dirección de una de estas empresas conducía a una casa familiar en Filipinas. Otra era una empresa de autobuses de Manila.

El escándalo también reveló que el regulador del mercado alemán, Bafinhad, no solo no detectó el fraude -a pesar de las sospechas planteadas por periodistas de investigación y analistas del mercado financiero-, sino que presentó denuncias penales contra dos periodistas del FT, alegando manipulación del mercado, que posteriormente fueron retiradas.

El escándalo obligó a dimitir al jefe de BaFin y al director del organismo de control contable alemán, e incluso provocó un documental de Netflix, según relata McCrum.

¿Cómo avanza el proceso judicial?

Markus Braun y otros dos altos directivos de Wirecard son juzgados en Múnich, acusados de inflar los beneficios mediante transacciones ficticias en las que intervino una compleja red de filiales y empresas asociadas. Oliver Bellenhaus, exdirector de la filial de Wirecard en Dubái, y Stephan von Erffa, otro exdirectivo, también están acusados. Los tres hombres podrían enfrentarse a hasta 15 años de cárcel si son declarados culpables de varios cargos, entre ellos fraude y manipulación del mercado.

El caso Wirecard no estará completo sin el testimonio del exdirector de operaciones Jan Marsalek, señalado como el cerebro del fraude. Marsalek, por su parte, huyó a Moscú.