Se conoce como Burnout al agotamiento laboral. Es un tipo especial de estrés relacionado con el trabajo, un estado de agotamiento físico o emocional que también implica una ausencia de la sensación de logro y pérdida de la identidad personal.

8 de febrero de 2024, 11:00 AM
8 de febrero de 2024, 11:00 AM

En un mundo cada vez más exigente, las madres trabajadoras se enfrentan a desafíos constantes que las colocan en una situación de riesgo de burnout, afectando no solo su bienestar emocional, sino también su desempeño tanto en el hogar como en el trabajo.

La malabarista tarea de equilibrar las responsabilidades laborales con las demandas del hogar ha llevado a que muchas madres se encuentren agotadas física y mentalmente. La presión de cumplir con plazos laborales, atender las necesidades familiares y mantener un nivel aceptable de auto-cuidado ha creado un ambiente propicio para el 'burnout' (trabajador estresado).

En el hogar, las madres enfrentan la carga tradicional de las responsabilidades domésticas y la crianza de los hijos, lo que se suma a la tensión emocional. Mientras tanto, en el ámbito laboral, la lucha por la igualdad y la conciliación entre la vida laboral y personal sigue siendo un desafío, lo que puede aumentar la presión sobre estas mujeres que buscan destacar en sus carreras sin sacrificar su papel como madres.

Para Valeria Carrazana Paz, psicóloga y docente de la Universidad Privada Domingo Savio (UPDS), el Síndrome de burnout hace referencia a una respuesta al estrés laboral crónico integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja y hacia el propio rol profesional, así como por la vivencia de encontrarse con agotamiento extremo.

“Las consecuencias del síndrome de burnout pueden ser altamente peligrosas para la persona y su entorno” asegura. A nivel neurológico la producción de cortisol por estrés es sumamente nocivo para la salud y pueden desencadenar afecciones físicas de alto riesgo. A nivel social se ven afectadas las relaciones interpersonales por el extremo agotamiento que siente la persona y ello desemboca en falta de comunicación, expresiones de afecto y/o aumento de la irritabilidad.

Carrazana resalta que no todas las madres que trabajan y atienden su hogar presentan estrés crónico, “éste puede verse influenciado por varios factores, entre ellos la personalidad de la madre, los hábitos, costumbres, las experiencias de vida, entre otros; sin que ello signifique que la persona que no desarrolla este síndrome sea mejor que la que no lo hace”.

Lo cierto es que cualquier persona puede presentar el Síndrome de Burnout si el trabajo que realiza es mayor a su tolerancia y fuerza física, a sus capacidades cognitivas, y a su estabilidad emocional por un lapso largo de tiempo. “El estrés crónico ocurre cuando una persona está bajo presión por tiempo prolongado. En el caso de las madres trabajadoras la presión sobrepasa la tolerancia física y psicológica” advierte la psicoterapeuta.

En este sentido, Valeria Carrazana comparte algunas medidas que pueden ayudar a las madres trabajadores a evitar el colapso del burnout:

- Tener expectativas realistas: Aprender a ser realista respecto a los propósitos personales y profesionales y no ser muy idealista para que no se genere frustración cuando no se las logra aquello que buscaba. Por ejemplo, no buscar ser la mejor madre, la mejor esposa y trabajadora en su empresa; es más aconsejable dar lo mejor de una en la medida de sus posibilidades, no más allá de sus posibilidades porque eso ya genera estrés agudo.

- Administrar el tiempo de manera adecuada: Aprender a planificar y organizar las actividades ya sean del hogar y del trabajo tomando en cuenta aquellas que son urgentes e importantes, asignarles un tiempo específico a cada una de ellas.

- Delegar: Confiar en que otras personas en el hogar y en el trabajo son altamente capaces de realizar actividades que no son imprescindibles que la madre las realice como: cocinar, lavar, limpiar la casa, controlar las tareas; o en el trabajo no asumir actividades que corresponden a otros cargos.

- Poner límites: Aprender a poner límites de manera asertiva a las personas con las que se relaciona. Por ejemplo, puede repartirse actividades domésticas con su pareja y respetar eso límites. Puede conversar con su jefe acerca del horario del trabajo o de las funciones que realiza.

- Buscar tiempo para una misma: Ir al gimnasio, hacer caminatas, salidas recreativas porque ello ayuda a disminuir los niveles de cortisol y aumentar lo de serotonina y dopamina, tan importantes para sentirse bien.

- Tratar de ser coherente con una misma: Aquello que genera mayor estrés es hacer algo que desagrada mucho, o que no está de acuerdo con los valores personales, con la vocación, con lo conocimientos y competencias que una tiene.

- Valorarse: Dejar de considerar lo que otros (la sociedad, la cultura, las tradiciones o la religión) esperan de una como madre y profesional y empezar a valorar lo que una es y hace de manera adecuada en todas las áreas de su vida.

- Buscar ayuda profesional: Cuando sienta que las situaciones laborales y familiares la sobrepasan y siente que no hay salida, lo recomendable es acudir a un especialista.

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