Analistas ven que discurso de Arce es político y no propone soluciones estructurales a la crisis
Se observó que el presidente no habla de incentivar las exportaciones, de terminar con los cupos de venta al exterior y tampoco de crear un mejor clima para los negocios generadores de dólares
El fin de semana, el presidente, Luis Arce hizo un repaso de lo que a su criterio son los factores que inciden en la falta de dólares y de combustible en el país.
Para Arce, la falta de un programa de exploración es la fuente de esta crisis de divisas y de energía, a lo que se debe sumar la no aprobación de la Asamblea Legislativa de los diferentes créditos externos que logró el país, al déficit de los dólares por parte del sector privado y finalmente a los efectos de la inflación mundial.
El jefe de Estado sostuvo que las medidas estructurales tienen que ver con la puesta en marcha de un programa de exploración para potenciar la producción de hidrocarburos.
“El agotamiento de los pozos no ha sido reemplazado con la exploración y descubrimiento de nuevos campos petroleros y gasíferos para poder reemplazar la producción que se estaba agotando”, indicó Arce, refiriéndose a gestiones pasadas.
Otra medida es la apuesta por los biocombustibles, en este sentido el jefe de Estado indicó que ya hay una planta de biodiésel funcionando con capacidad de procesamiento de 1.500 barriles por día.
Adelantó que próximamente habrá otra planta con la misma capacidad de producción, a la vez de invitar al sector privado a participar en este proyecto de la energía renovable.
Al respecto, el analista económico, Rubén Arias, sostuvo que la implementación efectiva de estas políticas sigue siendo cuestionable, pues en el caso de la exploración de hidrocarburos, los resultados han sido limitados, y el contexto global de transición energética hace que las inversiones en este sector sean cada vez más riesgosas.
“Apostar por un modelo basado en los combustibles fósiles puede no ser sostenible en el mediano plazo, tanto por factores económicos como ambientales", dice.
Además, la producción de biocombustibles, aunque puede diversificar la matriz energética, enfrenta desafíos significativos, como la necesidad de generar incentivos económicos suficientes para el sector privado y garantizar que esta producción no entre en conflicto con la producción de alimentos, un problema observado en otros países”, analizó Arias.
La política de sustitución de importaciones es el otro pilar donde se apoyan las soluciones planteadas por el Gobierno. Sobre el tema, Cristian Aramayo, economistas, remarcó que la sustitución de importaciones y sus variantes (como la sustitución “competitiva de importaciones” y otros) son un fracaso técnico, histórico y económico.
“No hay evidencia alguna de que funcione más que como un pretexto político para incrementar la participación del Estado sobre las actividades económicas del país”, observó a tiempo de subrayar que el presidente no es coherente con la realidad económica y social del país.
“Él refiere de una 'herencia' de la situación económica que él, como ministro, provocó. En la presentación se hizo una repetición de “agotamiento” de la nacionalización. No hay un sinceramiento completo del problema (que es el elefantiásico gasto estatal), el objetivo del mensaje fue controlar aún más las expectativas siendo incoherente con los lustros en que el presidente Arce era ministro de economía de Bolivia”, objetó Aramayo.
El economista observó que el presidente no habló de diferentes temas de extrema importancia como la liberación plena de exportaciones, simplificación de trámites, inflación, reforma laboral y tributaria, e institucionalización de autoridades económicas.
“Es importante señalar que, así el Gobierno haya decidido tomar medidas técnicamente prudentes, la paupérrima calidad institucional imposibilita a su administración poder tener la capacidad de aplicar las reformas necesarias”, lamentó Aramayo.
Arias señaló que el primer mandatario parece transferir la responsabilidad al sector privado sin reconocer que la creación de un ambiente propicio para la inversión depende en gran medida del Gobierno.
“La falta de dólares no puede ser atribuida exclusivamente al sector privado si no se han creado las condiciones adecuadas para su desarrollo y expansión”, insistió Arias.
Para Arias, las políticas estructurales propuestas no parecen abordar de fondo la dependencia del país en sectores vulnerables como los hidrocarburos, mientras que las medidas a corto plazo, aunque útiles en algunos aspectos, pueden ser insuficientes para resolver una crisis que requiere un replanteamiento integral del modelo económico.
“El enfoque en el sector privado como responsable de la falta de divisas parece desviar la atención de los problemas estructurales que han sido responsabilidad del Estado, como la dependencia excesiva del sector extractivo y la falta de diversificación económica”, finalizo Arias.