Vendedores anuncian aumento en el costo de la carne de diferentes cortes desde la próxima semana. Pecuarios aducen que la sequía, los bloqueos, riadas e insumos para suplementación animal inciden en el alza de los costos

4 de marzo de 2021, 9:15 AM
4 de marzo de 2021, 9:15 AM

La desavenencia de criterios entre carniceros y ganaderos de Santa Cruz, con relación a la banda de precio del kilo gancho y vivo de la carne bovina, amenaza la frágil economía de los consumidores. Desde la Asociación de Carniceros de Santa Cruz, el presidente Jorge Lima insinuó la pretensión del sector de aplicar, desde la próxima semana, un incremento de Bs 4 en el precio de los diferentes cortes

Explicó que el kilo gancho aumentó de Bs 17 a Bs 21; es decir, un 23% más, aunque los productores dicen que fue menos del 10%.

El dirigente afirmó que la situación de deterioro económico del sector es insostenible y que no resisten más la subvención del precio de la carne al consumidor.

“Desde hace seis meses venimos cargando con el ajuste y la diferencia del precio del kilo gancho (en promedio Bs 4), que de manera discrecional encarecieron los ganaderos”, apuntó Lima, al anotar que un número importante de socios de la organización salió del negocio porque se quedaron sin sus ahorros de toda la vida.

A su juicio, la distorsión del precio se crea en los establecimientos que se dedican a la puja comercial de ganado bovino. Alude que los intermediarios ejercen presión en las subastas y eso hace que el precio del kilo gancho suba su precio

En ese marco, instan a las autoridades departamentales y municipales eliminar las subastas de ganado de consumo para evitar la deformación del precio. Propone que los animales en edad de faena pasen directamente a los mataderos, eludiendo a los centros de remate que, a su modo de ver, deben delimitar sus actividades al juzgamiento de genética bovina y de reproductores.

La otra cara de la moneda

Fuentes vinculadas al negocio ganadero aducen que los centros de remate son un modelo de subasta pública abierta y son la expresión perfecta de la oferta y la demanda, principio básico de la economía de mercado.

“Bajo ese concepto no puede haber distorsión de precios de ningún tipo. Los centros de remate reúnen a quienes tienen su producto terminado para vender (ganado) y a quienes están dispuestos a comprar para llevar a los centros de abastecimiento o mercados”, insinuaron las fuentes, al subrayar que si hay un actor donde se transparentan los precios son los centros de remate.

Múltiples factores

Desde la Federación de Ganaderos de Santa Cruz (Fegasacruz), el presidente Alejandro Díaz, justificó que el sector también afronta momentos complicados, retrucando así la relación del rango de precio que insinúa la dirigencia de los carniceros. Reconoce un ajuste en el precio del kilo vivo de la carne bovina que alcanza, en promedio, menos del 10% en los últimos tres meses.

Referente a las variables que motivaron la variación del precio, Díaz anotó que son múltiples. La prolongada sequía registrada el año pasado que forzó a muchos productores a sacar al mercado, ganado que debía estar en fase de recría, a los centros de faena, con un peso inferior al deseado.

El desborde de ríos e inundación de predios pecuarios en Beni y los conflictos sociales con bloqueos suscitados en el último tiempo en el departamento cruceño, que impidieron la llegada de ganado en su debido momento a los centros de engorde y de faena.

Díaz explicó que muchos engordadores de ganado están enfrentando serias dificultades en su actividad de recría y engorde, debido a la escasez de harina de soya, que en el mercado ‘negro’ alcanza un valor de entre Bs 3.000 y 3.200 la tonelada. Además, refirió que otros insumos esenciales para la suplementación animal, como el maíz y el sorgo, también registran costos elevados.

Asimismo, manifestó que actualmente la ganadería cruceña se encuentra en franca expansión, por lo cual existe una mayor retención de vientres para cría, esto se comprueba al tener un 10% menos de abate de hembras del departamento de Santa Cruz, incidiendo en la actualidad en una menor oferta temporal de ganado hembra para consumo.

Estos factores citados, a decir de Díaz, impactaron en una merma en la oferta y ajuste en el precio, pero descartó escasez de ganado y bajón de calidad de la proteína animal en los mercados del país.