Para el Ministerio de Planificación del Desarrollo, la industria manufacturera no está estancada, ya que entre el 2006 y 2017, registró tasas de crecimiento positivas, con un promedio anual del 4,5%

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20 de agosto de 2018, 4:00 AM
20 de agosto de 2018, 4:00 AM

Las importaciones industriales de materia prima e insumos intermedios sumaron $us 1.004 millones en los primeros seis meses del año, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). La cifra es un 0,62% menos de los $us 1.011 millones registrado en el primer semestre de 2017.

Las materias primas alimenticias y las materias primas mineras, son los productos que mayor descenso registraron: un 55,1% y 21,05%, respectivamente.

Por su parte, los desechos agropecuarios no alimenticios registraron un incremento del 39,4% en sus importaciones entre enero y junio de 2018.

En su boletín de julio de este año, la Cámara Nacional de Industrias (CNI) señaló que las importaciones industriales de materia prima e insumos intermedios se habían estacando, ya que hasta mayo de 2018, con respecto al mismo mes del año anterior, las compras externas de materia prima e insumos industriales registraron un crecimiento del 0,21%.

El informe además indica que el escaso o nulo crecimiento de las importaciones industriales refleja el estancamiento de las actividades industriales manufactureras nacionales frente al masivo contrabando y comercio informal de bienes industriales extranjeros.

Aunque Horacio Villegas, titular de la institución, dijo que aún no tenía conocimiento de los datos de las importaciones industriales de materia prima e insumos intermedios en el primer semestre del año, considera que el sector industrial no está creciendo y está estancado.

El sector industrial está padeciendo los efectos de la desaceleración económica que vive el país. Además, está siendo golpeado por el contrabando, sobre todo las industrias que elaboran alimentos, prendas de vestir y muebles, explicó Villegas.

Otro factor que también está afectando negativamente a las industrias nacionales es el tipo de cambio fijo, ya que esto incentiva a las importaciones.

Villegas además indicó que los industriales tienen duda sobre qué es lo que el INE considera insumos y qué no. “Para una fábrica que hace hojas de carpeta el papel es un insumo, pero para el que vende esas hojas es un producto final. Hay que tener cuidado en saber qué considera productos e insumo industriales y cuáles no. Es un tema que debemos analizar”, manifestó.

Para el Ministerio de Planificación del Desarrollo, la industria manufacturera no está estancada, ya que entre el 2006 y 2017, registró tasas de crecimiento positivas, con un promedio anual en esos 11 años del 4,5%.

Al primer trimestre de 2018, con respecto a similar periodo del año pasado, esa tendencia de crecimiento continúa, de acuerdo con la institución estatal. La industria manufacturera creció un 4,25%, comportamiento superior en 1,8 puntos porcentuales a la del primer trimestre de 2017 cuando la industria tuvo un crecimiento del 2,44%.

Además, considerando que la industria requiere de materias primas e insumos de origen importado es necesario aclarar que no todas las importaciones de este tipo tienen el mismo efecto en el crecimiento de la industria, señalan desde la repartición encargada de la planificación integral del Estado Plurinacional.

Mientras que las importaciones de productos químicos y farmacéuticos semielaborados y de materias primas elaboradas y semielaboradas y productos agropecuarios semielaborados son claves para el desempeño industrial, otros tipos de compras externas como materias primas alimenticias semielaboradas y materias primas alimenticias se importan menos ya sea porque parte de estos insumos se producen en el país o que su importación se efectúa de forma esporádica ante desbalances temporales de estos productos en el país, dice el ministerio.

Situación preocupante

Para el economista Teófilo Caballero, la leve caída de las importaciones de materias primas y productos industriales en 0,62% en valor y de 15% en volumen, demuestran que la economía boliviana está entrando en un proceso de estancamiento, con tendencia a reducirse. Estos datos son coherentes con el nivel de crecimiento de la economía nacional, que en los últimos dos años no superó el 4,4%.

“Lo que preocupa es que sea el sector industrial el que esté demandando menos productos del extranjero, ya que este es el segundo sector -después de la agropecuaria- que aporta a la composición del PIB (Producto Interno Bruto) boliviano y es una fuente muy importante en la generación de empleos formales que tanto necesita el país (en especial el segmento más joven)”, dijo Caballero.

A decir del economista, la pérdida de mercados por el veto a las exportaciones, el doble aguinaldo casi confirmado por el Gobierno desde mayo de este año, sin tener todavía los datos oficiales, la ley de empresas sociales y los incrementos salariales fuera de la realidad productiva, están ‘carcomiendo’ los cimientos de la actividad industrial.

El sector además tiene que soportar las devaluaciones cambiarias de los países vecinos que le quitan competitividad, la deficiente infraestructura caminera fruto de la falta de mantenimientos y los bloqueos. Esto ha provocado un estancamiento en la compra de productos del exterior que son insumos importantes para la industria nacional.

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