Hay cientos de camiones y personas varadas en las carreteras hacia Beni y al norte. La dirigencia de los movilizados anunció que las medidas de presión se endurecerán y que no habrá pausas en el corte de vías

3 de agosto de 2022, 7:01 AM
3 de agosto de 2022, 7:01 AM


Cinco bloqueos en la carretera a Beni, en Ascensión de Guarayos, San Ramón, Pailón, Santa María y Cerro Grande; y un bloqueo en la ruta al norte, en Buena Vista, suman un nuevo capítulo a los conflictos por tierras que se viven en el departamento de Santa Cruz. Los movilizados apuntan al presidente Luis Arce.

Desde el comité de bloqueos en la ruta a Beni, que demanda la titulación de tierras, anunciaron que las medidas se endurecerán y que no darán ningún cuarto intermedio. Lamentaron que el presidente Arce no reciba a sus coterráneos que se encuentran en la sede de gobierno.

Uno de los comunarios le recordó al jefe de Estado, a propósito del Día de la Reforma Agraria, antes llamado Día del Indio, que fueron los campesinos quienes lo pusieron en la silla presidencial.

Entretanto, los problemas por el corte de la vía ya empiezan a emerger. El combustible se acabó en Guarayos, donde ninguno de los tres surtidores tiene para la venta. En las últimas horas, no obstante, se conoció que los bloqueadores dejaron pasar a las cisternas para el reabastecimiento.

Los alimentos también escasearán pronto, según informaron dirigentes de los movilizados, que también permitieron el paso de los distribuidores de leche.

En Pailón, el punto de bloqueo se encuentra en el ingreso del puente de Río Grande, hubo dos cuartos intermedios. En esa zona, la preocupación de los productores también se centra en el diésel que usan los tractores y camiones que ocupan en sus tareas diarias.

Las personas que deben hacer trasbordo para llegar a la capital cruceña expresaron su molestia por el perjuicio que enfrentan, sobre todo económico, puesto que gastan hasta Bs 50 para ir y volver de la ciudad, un monto que en días regulares es de Bs 20.

Los dirigentes culpan al Gobierno central, por no escuchar sus demandas, y manifiestan que la única manera de ser escuchados es a través de la presión.

Un ejemplo es que nadie del Ejecutivo se comunicó con la marcha que salió de la población de Pailón el 4 de julio pasado. Esos marchistas, ahora, exigen entablar un diálogo solo con el primer mandatario, para que conozca las necesidades de los campesinos. Descontentos, afirman que han tenido muchas reuniones y acuerdos que no se han cumplido.

Perjuicio económico

Hacia el norte del departamento también se registran bloqueos en el puente caído de San Miguelito (Buena Vista). 

Según Gustavo Ramos, presidente del comité de bloqueo, son 800 familias las que piden la modificación del Decreto Supremo 29215, que reglamenta la Ley 1715 del Servicio Nacional de Reforma Agraria y establece el carácter social del derecho agrario; la planificación de una nueva Ley de Tierras; el análisis de las tierras fiscales no disponibles; y la anulación de las concesiones forestales.

Si bien hubo un cuarto intermedio de una hora, en la carretera todavía se podía observar ayer una gran cantidad de vehículos varados, en especial camiones y flotas cuyos pasajeros se vieron sorprendidos y ante el percance, se daban modos para llegar a sus destinos. 

Edson Claure, subcomandante departamental de la Policía, informó sobre los seis bloqueos de carretera activos en Santa Cruz, los cuales se encuentran en Pailón- Puerto Ibáñez, San Ramón, Ascensión de Guarayos (peaje, Santa María y Cerro Grande) y Yapacaní. Sin embargo, este último punto, en realidad, ya se encuentra en Buena Vista.

Claure Indicó que hasta el mediodía de ayer aproximadamente 730 personas cortaban las rutas y que 610 vehículos se encontraban varados. En su informe, detalló que, en Pailón 250 personas bloquean la ruta y 200 motorizados permanecen en la vía, mientras que en San Ramón son 90 personas y 50 vehículos. En el peaje de Guarayos, según el reporte, hay 70 vehículos parados; 30 en Santa María y 10 en Cerro Grande. Finalmente, en Buena Vista 200 motorizados aguardan para pasar.

Los conflictos vinculados con la propiedad de la tierra se han vuelto recurrentes en Santa Cruz, llegando incluso a causar tomas armadas y enfrentamientos violentos entre grupos que muchas veces tienen el respaldo de organizaciones afines al oficialismo.