Según un nuevo estudio de The New York Times, esta industria consume alrededor de 91 teravatios-hora de electricidad al año, una cantidad mayor que la que utiliza Finlandia

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16 de septiembre de 2021, 15:22 PM
16 de septiembre de 2021, 15:22 PM

El tren de las criptomonedas avanza a máxima potencia y cada vez son más los inversores que se apuntan a una tendencia bastante cuestionada por su impacto medioambiental. La minería de Bitcoin, la resolución del problema matemático que aparece a la hora de generar nuevas transacciones en la blockchain, requiere una enorme cantidad de energía para su desarrollo. ¿Cuánta exactamente? Según un nuevo estudio de The New York Times, esta industria consume alrededor de 91 teravatios-hora de electricidad al año, una cantidad mayor que la que utiliza Finlandia, o lo que es lo mismo, casi el 0,5% de todo el consumo de electricidad mundial. Así lo reportó el diario El Economista de España.

La minería de Bitcoin requiere mucho dinero y gigantescos centros de datos con suficiente potencia de refrigeración para evitar que las máquinas especializadas y los servidores se sobrecalienten. Como dato, mientras al principio el reducido número de seguidores del Bitcoin podía minar criptomonedas desde un sencillo ordenador, ahora son tantos que necesitan aproximadamente "13 años de electricidad doméstica" para minar una sola.

Actualmente, esta industria consume la misma cantidad de energía que el estado de Washington cada año; y es más, de siete veces la electricidad utilizada por Google en todas sus operaciones globales. Sin embargo, dado que el precio del Bitcoin se ha multiplicado casi por cinco en los últimos años, es más que probable que siga creciendo y, con él, el consumo de energía.

Criptomonedas vs criterios ESG

En una sociedad cada vez más concienciada con la sostenibilidad, son muchos los que, como Bill Gates o Janet Yellen, se han alzado para advertir del impacto del bitcoin en el medioambiente y su incompatibilidad actual con los criterios ESG (criterios medioambientales, sociales y de gobernanza).

Especialmente significativo es el cambio de parecer de Elon Musk, antiguo adalid de esta criptomoneda, que anunció en febrero que Tesla empezaría a aceptar bitcoin como medio de pago para sus productos y luego se retractó, aludiendo al "rápido incremento de consumo de combustibles fósiles para el minado de la criptodivisa".

Un dilema que tampoco deja indiferente a los gestores de activos. Por ese motivo, están intentando encontrar un equilibrio entre el lado altamente contaminante del Bitcoin con el dinero que éste puede reportar a los inversores, según Business Insider

Bitcoin ecológico

Dado el carácter descentralizado de esta moneda y el anonimato de los mineros de Bitcoin, es difícil saber con exactitud el porcentaje de energías renovables que consume esta industria.  

Según The New York Times, se estima que el Bitcoin utiliza entre el 40% y el 75% de las energías renovables a nivel mundial. Pueden parecer unas cifras positivas para el medio ambiente, pero al final es energía limpia que deja de estar disponible para uso doméstico, industrial o para los coches eléctricos.   

Por su parte, el principal competidor de Bitcoin, Ethereum, ya ha tomado medidas para reducir su huella medioambiental. Mediante cambios en su cadena de bloques (el sistema que empleado en la autentificación de las transacciones y la seguridad de la red) quiere que su consumo energético caiga un 99%. Una decisión que puede determinar, junto a otros factores, que Ethereum se coloque por delante de Bitcoin.