Integrantes de la Federación Única de Trabajadores de Campesinos tomaron las oficinas de la entidad agraria

27 de abril de 2022, 18:05 PM
27 de abril de 2022, 18:05 PM

El conflicto por tierras nuevamente vuelve a poner contra las cuerdas al Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA). Desde el lunes, integrantes de la Federación Sindical Corredor Norte de la Gran Chiquitania tomaron las instalaciones del ente agrario en Santa Cruz. La medida se levantó la tarde del miércoles, después que las autoridades nacionales prometieron escuchar sus demandas.

El génesis del conflicto es la pelea que tiene esta organización, afiliada a la Federación Única de Trabajadores Campesinos, con el Movimiento Sin Tierra. Ambas organizaciones se disputan la tenencia de la comunidad Tierra Firme, ubicada en el municipio de San Ignacio de Velasco.

Incluso los dos bandos se acusan mutuamente de avasallamiento y de tráfico de tierra.

Dorotea Molina, integrante del Movimiento Sin Tierra, señaló que fueron desalojados por los integrantes de la ‘Única’ a quienes acusó despojarla de su tierra pese a tener un título ejecutoriado.

“Entraron a nuestros terrenos que están titulados. Los beneficiarios somos nosotros. Ellos dicen que son dueños de la tierra, pero no lo son”, acusó la mujer que con otro grupo de personas lleva tres semanas en vigilia exigiendo que su predio sea devuelto.

La respuesta no se dejó esperar. Edwin Arce, secretario ejecutivo de la Central de la Federación Sindical Corredor Norte de la Gran Chiquitania, acusó a este grupo de disidentes y que fueron expulsados de la comunidad Tierra Firme, de no cumplir la Función Económica y Social (FES).

Es más, aseguró que se trata de un grupo minoritario que intenta recuperar la tierra revertida por no cumplir las normas que disponen la Ley.

Son 15 familias que fueron titulados, pero han decidido no cumplir la FES dentro de la comunidad y ahora se han venido al INRA, pero ellos han abandonado la comunidad”, dijo.

Sobre la toma de las oficinas del INRA, Arce señaló que esta medida se adoptó ante la demora en la entrega de las resoluciones de asentamientos, de agrupamiento y títulos ejecutoriales a las comunidades que conforman su organización.

“Desde diciembre se viene paralizando (este proceso). Lo único que estamos pidiendo es que su cumpla lo que se ha prometido y se pueda hacer la entrega de las resoluciones que están pendiente. Por esta razón fue tomado el INRA, hasta que se resuelvan los problemas que hay”, sostuvo el dirigente.

Ambos bandos se encontraron y hubo fricciones entre ellos. Pero las cosas no pasaron a mayores. Incluso pasada las 16:00 los campesinos decidieron levantar la toma y dejar que el INRA trabaje con normalidad.

Mientras que desde la entidad estatal indicaron que están prestos al diálogo para atender las demandas de este sector.