Observan la caída de las RIN, el déficit fiscal estructural, las previsiones para el resto del año y el comportamiento de los precios

10 de agosto de 2022, 19:55 PM
10 de agosto de 2022, 19:55 PM

Marcelo Montenegro, en la entrevista realizada por EL DEBER, pidió a los analistas no asustar a la gente, remarcó que el ritmo de caída de las Reservas Internacionales Netas (RIN) es menor y reconoció que aumenta la inflación, pero en niveles "controlados".

Al respecto, Jaime Dunn, analista económico, lamentó que Montenegro considere que los análisis de los economistas son para inquietar a la población, cuando es todo lo contrario, son realizados para alertar advirtiendo que hay indicadores que se pueden mejorar u otros que pueden provocar algún problema económico.

“Es como si en un el tablero del avión se enciende una luz roja. Pero para evitar problemas se lo ignora. Eso no podemos hacer, por eso se opina y se habla de economía”, dijo Dunn admitiendo que es correcto que con la mejora de las exportaciones y el ingreso de las remesas, las Reservas Internacionales Netas (RIN) se fortalecen, pero desliza una pregunta que debe ser analizada y es por qué con una balanza comercial favorable en $us 1.200 millones, se perdieron $us 200 millones de las RIN..

Germán Molina,considera que no se puede hablar de forma ligera sobre el déficit fiscal, pues no se trata de un problema coyuntural, sino  estructural y que no va a poder ser superado los siguientes años, pues viene unido a la subvención, a los bonos sociales y al pago salarial de una planilla de 500.000 empleados públicos en el país.

El economista Gabriel Espinoza analizó y refutó algunas de las respuestas brindadas por Montenegro. Considera que el ministro intenta una manipulación poco ética de las cifras, pues Bolivia viene perdiendo RIN sistemáticamente desde el 2015 (salvo por 2017), y efectivamente, hubo periodos en los que esta pérdida se ha acelerado. Por ejemplo, en 2015 se perdieron más de $us 2.000 millones, mientras que, en 2019 la cifra de RIN se redujo en más de $us 2.974 millones.

“En un periodo más cercano, en 2019, y particularmente entre enero y octubre de ese año, la pérdida acumulada de RIN superó los $us 2.100 millones cuando todavía Luis Arce era ministro de Economía. En 2020, la pérdida de RIN se dio a partir de las desconfianzas típicas de periodos electorales; sin embargo, a diferencia de lo observado en muchos países de la región, en los que pasados los comicios, esta caída se detiene y muchos de los flujos se reintegran al sistema financiero, en el caso boliviano el ritmo alto de pérdida de RIN se mantuvo hasta inicios del 2021”, sostuvo Espinoza.

En cuanto a las perspectivas para el resto de año, Espinoza remarcó que al parecer todo el plan de estabilidad cambiaria del Gobierno se sustenta en dos factores muy volátiles. El primero de ellos es el cumplimiento de pagos por  Argentina, país que además de enfrentar todos los problemas conocidos, -con el FMI tiene vencimientos de deuda externa por más de $us 8.000 millones en los próximos cinco meses-, en un contexto en el que su Banco Central pierde cerca de $us 150 millones por día. Por lo tanto, no es ilógico pensar que, tal como ya ha sucedido en el pasado, Argentina incumpla algún pago por gas.

Por otro lado, una buena parte del plan de reducción de gastos por importaciones de diésel se fundamenta en más inversión pública, que es en principio una de las principales explicaciones de la pérdida de RIN, porque es altamente demandante de divisas para las importaciones de bienes de capital. Esto sin contar los problemas técnicos que podrían surgir en la etapa de implementación de estos proyectos, analizó Espinoza.

Sobre el comportamiento de los precios y la inflación, el economista recordó que el Índice de Precios del Consumidor (IPC) es un recurso estadístico que trata de medir la evolución de los precios de una canasta de consumo promedio, lo que no significa que capture los precios de toda la economía (por ejemplo: no se habla del incremento de precios que enfrentan los productores). Además, en Bolivia el IPC se presenta seriamente sesgado por una serie de factores.

Uno de ellos es el subsidio a los hidrocarburos, que permite mantener el precio de la gasolina y diésel fijos, lo que significa que su variación mensual es cero e impacta a la baja en el IPC.

Por otro lado, existe una larga lista de intervenciones estatales que no solamente son sostenidas por el gasto fiscal, y que en muchos casos se expresan en límites de precios impuestos a las familias productoras, como es el caso del pan de batalla, o el servicio de transporte público, la leche o algunos otros productos de la canasta alimentaria.

Esto significa que, contrariamente a lo que sostiene Montenegro, el gran esfuerzo por mantener los precios bajos en Bolivia está siendo asumido por los productores en estos sectores, que ven incrementarse sus costos, pero que, por una regulación agresiva, deben mantener sus precios de venta. Al final del día, esto significa que muchos productores trabajan más para ganar igual o menos que antes, subrayó Espinoza.