El diésel se hace esperar, hay filas en surtidores y menos micros por la ciudad
Problemas logísticos de transporte han frenado el normal abastecimiento de combustibles en el país. Por una parte, condiciones climáticas en el norte de Chile y el bajo nivel de la hidrovía han impactado en la provisión de estos carburantes
Los problemas de abastecimiento de diésel no han sido superados. Hay filas de vehículos en los surtidores de carburantes, mientras que la circulación de autobuses de servicio público se redujo notablemente este fin de semana den Santa Cruz de la Sierra. La petrolera estatal YPFB ayer presentó sus descargos; usuarios y operadores del servicio público exteriorizaron sus quejas.
Por partes. La gerente de Abastecimiento de YPFB, Gabriela Delgadillo, anunció los primeros días de agosto (la próxima semana) recién se normalizará la provisión de diésel, que —según dijo— en la actualidad es un 25% menor
Indicó que esta situación se debe a factores climáticos. En el puerto de Arica (Chile), las marejadas han impedido que cuatro buques —dos de ellos con diésel— puedan hacer la descarga del combustible en punto de atraco Sica Sica, una zona operada por Yacimientos. Además, en el Canal Tamengo que está en la hidrovía Paraguay- Paraná, el bajo nivel del calado complicó las operaciones de navegación y transporte. “De acuerdo con la información de la Gobernación marítima de Chile los primeros días habrá una venta, es decir que se podrá operar y por ello se dará prioridad, en la descarga, a los buques con diésel”.
Delgadillo precisó que, del 100% de los despachos, solo se cubre un 75% de la demanda por lo que las filas son una constante en los surtidores del país. “Hemos visto ingresar el combustible por Argentina y Paraguay. Justamente en el sur del país hay unos 50 camiones cisterna parados por un bloqueo” explicó Delgadillo.
Pero, la falta de diésel no solo afecta a los choferes, sino también a los pasajeros que emplean los micros. Gran parte de la flota de Santa Cruz de la Sierra funciona.
De hecho, en la zona de la exterminal, a partir de las 22:00, la frecuencia de los micros es menor, por lo que las personas deben esperar más de lo habitual.
Por el Cuarto anillo y la Doble vía a La Guardia el tráfico se puso muy lento debido esta semana por la kilométrica fila de micros, camiones, buses y vehículos particulares para recargar diésel. Por ejemplo, a las 22:00 del miércoles 24 de julio, David Alarcón llevaba entonces sentado en su camión, un Volvo verde, hace siete horas.
“En el mes ya es la tercera vez que debo hacer filas para cargar diésel. Pierdo tiempo y dinero. Ya mis contratos de fletes son menores y el volumen de carga también ha bajado”, se lamenta David, que, junto a su hijo, menor de tres años, trata de pasar las horas escuchando algunos temas de su natal Quillacollo.
Además, la paciencia de José está por “reventar”. El micro de la línea 10 que todos los días debe estar “fuleado” todas las noches queda parqueado en el surtidor de la Paraguá, casi tercer anillo. “Tanta es la falta de diésel que nuestro sindicado no puede ayudarnos a conseguir el combustible. Así que nosotros debemos ir surtidor por surtidor hasta pillar que uno tenga diésel. Luego debemos salir a trabajar temprano, pero muchos estamos optando por dejar de trabajar”, comentó.