Bolivia, Brasil y Argentina son focos de interés, tanto por las cuestiones logísticas como por la impor­tante producción de soya que existe

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11 de abril de 2022, 20:48 PM
11 de abril de 2022, 20:48 PM

La caída en la produc­ción en lo que va de 2022 mantiene en incer­tidumbre al sector agroin­dustrial paraguayo, debido a que solo cuentan con materia prima que aguantaría hasta el próximo mes de junio, por lo que ponen en la mira a las fuentes productivas internaciones y Bolivia está en el radar. 

Desde la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleagino­sas y Cereales del Paraguay (Cappro) mencionaron que avanzan con la flexibiliza­ción del régimen de admisión temporaria para la importa­ción de soya y solo aguardan la firma del decreto del Gobierno, según indicó el diario La Nación de Paraguay.

En caso de que se dé la fle­xibilización, señalan que se piensa en los países de la región, entre ellos Bolivia (los otros serían Brasil y Argentina) para las prime­ras adquisiciones de materia prima tanto por las cuestiones logísticas como por la impor­tante producción de soja que existe.

Desde la Cappro aseguran que avanzan con el trabajo con el Ministerio de Indus­tria y Comercio (MIC) y por su intermedio con otras insti­tuciones clave como la Direc­ción Nacional de Aduanas (DNA), la Senave y el INTN para lograr la importación de materia prima para las industrias a fin de mantener el movimiento en el sector para que no den posibles cierres. 

“Estamos expectantes y con­fiados en que en los próximos días el presidente de la Repú­blica apruebe el decreto que permita a las industrias ini­ciar las gestiones con posibles proveedores de la región para poder adquirir materias pri­mas para nuestras industrias”, expresaron desde Cappro a La Nación. 

Aclararon que cual­quier tipo de negociación está pendiente de la aprobación del decreto y su reglamentación para poder cerrar operacio­nes lo antes posible. El esce­nario de pérdida de cerca del 60% de la producción de soya complica más la situación de la industria aceitera paraguaya que ya viene experimentando difi­cultades. 

Desde el sector privado ale­gan que la caída de la pro­ducción se da en un contexto que ya venía siendo desfavo­rable para el sector, incluso con buenas cosechas, ya que cerraron el 2021 como tercer año consecutivo con caída en el volumen de la molienda. 

“Para buscar mejorar esta situación, que ya es estruc­tural, estamos convencidos que es de vital importancia definir una política indus­trial clara que permita a las agroindustrias nacio­nales competir en igualdad de condiciones con las de otros países. Tener un régi­men de admisión temporaria para importación de materia prima que se ajuste a las par­ticularidades de la industria aceitera es un muy buen pri­mer paso”, aseguran.