Se prevé el inicio de la producción después de que el Gobierno emita un decreto supremo que autorice la mezcla del etanol con los carburantes y que detalle los pormenores como el precio, volumen y fecha de inserción del bioetanol al mercado

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16 de septiembre de 2018, 4:00 AM
16 de septiembre de 2018, 4:00 AM

¡Por fin! La apuesta público-privada terminó de soldar la llave que abre las puertas a la era del combustible ecológico. Las plantas deshidratadoras de alcohol anhidro (etanol) repartidas al norte de Santa Cruz, el corazón agrícola del país, y la promulgación de la Ley de Aditivos de Origen Vegetal son el testimonio de la diversificación del sector primario, que oxigenará y marcará una nueva pauta de la matriz energética de Bolivia.

El ingenio agroindustrial azucarero de Unagro, en el municipio cruceño de Minero, fue el protagonista y escenario del anuncio de la nueva ley. De acuerdo con el presidente Evo Morales, el miércoles se emitirá un decreto supremo que autorice la mezcla del 12% de etanol con combustible, y no el 10% como se anunció en un principio, para arrancar con la producción del Súper Etanol 92. Este será el último paso.

Se estima que ese día se conozca el precio por litro del biocombustible, el volumen de producción y la fecha exacta de su inserción en el mercado nacional. No obstante, ya se adelantó que el carburante estaría disponible para la última semana de septiembre, según fuentes del Ministerio de Hidrocarburos.

El marco normativo establece la producción, almacenaje, transporte, comercialización y mezcla de aditivos de origen vegetal para reemplazar, gradualmente, la importación de insumos y diesel oil, lo cual significará, además de la irrupción del agro en la industria manufacturera, un ahorro de $us 250 millones en importación de insumos hasta el 2025, así como un incremento al Producto Interno Bruto (PIB) global del 0,2% anual, del PIB agrícola del 4% y hasta un 2% del industrial, según estimaciones del presidente de la corporación Unagro y máximo ejecutivo de los empresarios privados de Santa Cruz, Luis Barbery. El crecimiento del área de cultivos de caña ascenderá de las 150.000 a las 320.000 hectáreas en un periodo de cinco a siete años; hasta el momento ya se sembraron 30.000 adicionales.

Barbery presentó las dos nuevas ‘joyas’ de la compañía, las plantas deshidratadora de etanol y de cogeneración de energía eléctrica, que significaron una inversión de $us 15 millones. La primera dará lugar a la producción de 300.000 litros de etanol por día y la segunda generará electricidad a partir de vapor y tendrá una amplitud de 40 megavatios-hora (MWh).

“El futuro es ahora, innovar es un deber, no es una opción. La era de los biocombustibles ha comenzado en Bolivia”, apuntó Barbery, a tiempo de manifestar la apertura del sector privado para seguir llevando adelante acuerdos con el Gobierno y que este debe demostrar que la confianza demostrada por los productores fue oportuna y acertada.

El presidente del Ingenio Sucroalcoholero Aguaí, Cristóbal Roda, manifestó que Bolivia es el país número 67 a escala global en incorporar el etanol a su matriz energética y, aunque se dejaron pasar más de 30 años, esta iniciativa pone a Bolivia en la órbita de la vanguardia e innovación productiva

Roda confía en que el nuevo combustible esté en los surtidores desde octubre y adelantó que el jueves, en un acto, se dará por inaugurada la planta deshidratadora de Aguaí, que tiene una capacidad de producción de 750.000 litros por día, y agregó que se tienen 30 millones de litros de materia prima para producir etanol, por lo que ya se tiene todo listo para entregar el aditivo a Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB).

En cuanto al ingenio azucarero Guabirá, el presidente, Mariano Aguilera, sostuvo que la empresa duplicó su volumen de siembra y que ya no tienen espacio en sus depósitos, puesto que están copados con seis millones de litros de etanol listo para entregar a la estatal boliviana. El ejecutivo expresó que la infraestructura de Guabirá podrá producir un millón de litros por día y que hay inversiones en agenda que beneficiarán al sector cañero.

Optimismo

Al igual que los inversores, el presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB), Ronald Nostas, celebró el ingreso a la era de los biocombustibles y subrayó que esto generará bienestar al país. “Se ve lo que la complementariedad puede hacer, cuando el sector privado y el sector público se unen. Hoy se hace realidad un sueño que requería de la contribución de dos partes y ese bienestar se da cuando las dos partes cumplen su rol”, sostuvo el ejecutivo.

En el periodo 2006-2016, el Estado nacional gastó la exorbitante suma de $us 1.700 millones en la importación de gasolina tanto de Argentina como de Chile, según los cálculos del economista Teófilo Caballero, quien aseveró que con el bioetanol se sustituyen las importaciones del extranjero, se reduce la fuga de dólares y, por consiguiente, se fortalecerán las reservas del Banco Central de Bolivia.

“Será una tarea pendiente para Bolivia el ingreso del país al biodiésel. Con esto más, ganamos todos, la gente tendrá más empleos, los empresarios más ganancias, el Gobierno más ingresos por impuestos y el Banco Central más dólares por la reducción de importaciones”, observó Caballero.

Asimismo, el gerente general de la Cámara Automotor Boliviana, Luis Encinas, aseguró que con el porcentaje del 12% de etanol a la gasolina sería necesario hacer modificaciones a los motores de los vehículos que se venden y circulan actualmente en Bolivia. “Se pueden hacer combinaciones mayores, pero hay que preparar los motores de los vehículos para que puedan soportar sin ningún problema una mezcla mayor al 10% de etanol y gasolina”, sostuvo.