IEASA aceptó que YPFB le envié 7,5 MMm3/d del energético en febrero y marzo; así Yacimientos gana ‘algo de tiempo’ hasta que pueda incorporar la producción de Boicobo Sur X-1 y Margarita X-10.

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2 de febrero de 2022, 4:00 AM
2 de febrero de 2022, 4:00 AM

Por Walter Vásquez

El acuerdo de último minuto alcanzado la noche del lunes 31 de enero entre YPFB e Ieasa (la estatal petrolera de Argentina) le evita por un breve tiempo sanciones económicas a Bolivia. Expertos coinciden en que el convenio puede ser considerado positivo, si se toma en cuenta el delicado panorama energético que enfrenta el país. El Gobierno nacional mantiene silencio sobre el resultado de las negociaciones.

Bolivia le enviará a Argentina 7,5 millones de metros cúbicos por día (MMm3/d) de gas durante febrero y marzo de este año, de acuerdo con fuentes que siguen de cerca el último convenio alcanzado entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) e Integración Energética Argentina Sociedad Anónima (Ieasa).

El acuerdo, efectuado en el marco de la firma de la sexta adenda al contrato de compra y venta de gas entre ambos países, se alcanzó al filo del plazo para las negociaciones y corría el riesgo de naufragar, con lo que Argentina volvería a exigir a Bolivia los 27 MMm3/d acordados en el pacto inicial, en el que también se disponen sanciones por los incumplimientos.

De acuerdo con fuentes oficiales argentinas, para la sexta adenda, Ieasa quería 14 MMm3/d como mínimo para los meses de invierno, mientras que YPFB ofrecía hasta 9 MMm3/d para los meses de invierno y de 6 a 7 MMm3/d para los meses de verano.

“La producción de Bolivia a finales de 2021 estaba bordeando los 41,5 MMm3/d, si a esto le restamos los 14 MMm3/d que necesita el mercado interno y los 20 MMm3/d que se exportan a Brasil, lo que queda es 7,5 MMmcd, que es lo que se ha ofrecido a la Argentina”, explicó Álvaro Ríos, consultor internacional en materia hidrocarburífera.

Estaba previsto que YPFB tenía que bajar su oferta de gas, porque no tiene la capacidad para producir más. Y la Argentina no tenía más remedio que aceptar aquello, porque su región norte sigue necesitando del gas boliviano”, dijo el analista Hugo del Granado.

En el muy corto plazo, “creo que han llegado a un acuerdo equilibrado (...). Es un riesgo medido” el que toma YPFB, “porque a estas alturas lo más probable es que se hayan hecho pruebas de producción. Entonces, hay una posibilidad cierta de aumentar la producción”, sostuvo.

Lo peor hubieran sido las penalidades y el arbitraje de contrato que no llevan a nada”, indicó Ríos. 

Según el experto, el convenio le permite a YPFB “ganar algo de tiempo” hasta que se pongan en marcha el nuevo pozo Boicobó Sur X-1, que se prevé producirá 1 MMm3/d, y el pozo de desarrollo Margarita X-10, que le dará mayor capacidad de producción al país, pero acelerará la declinación del megacampo boliviano.

“Ambos pozos, operados por Repsol, aparentemente entrarían en producción en el plazo de pocas semanas,  con lo cual se podría volver a los volúmenes de la quinta adenda”, sostuvo Del Granado.

Los problemas de abastecimiento de gas de Bolivia a la Argentina empezaron hace algunos años, por lo que las autoridades de ambos países renegociaron el contrato original para ir reduciendo los volúmenes que YPFB debía exportar al vecino país.

Estamos un poco rascando la olla, cuando no deberíamos estar en esta situación, si hubiéramos explorado para reponer las reservas que hemos utilizado en los pasados 20 años. La situación de declino de los campos en Bolivia es estructural y debemos darle una solución estructural”, afirmó Ríos, quien apuntó que, “antes de finales de marzo, debería negociarse el suministro hasta 2026”.

Mientras, las autoridades de Estado mantienen silencio sobre este último acuerdo entre Bolivia y Argentina. El presidente Luis Arce y el ministro de Hidrocarburos, Franklin Molina, estuvieron ayer en el municipio de Challapata (Oruro), para la inauguración de una estación de servicio de Gas Natural Vehicular (GNV), pero ninguno se refirió al tema.

El contrato inicial suscrito entre ambos países establecía una entrega de 7 MMm3/d en 2007, hasta 16 MMm3/d en 2018 y 2019, y 27,7 MMm3/d entre 2010 y 2026.

“De acuerdo con las condiciones contractuales establecidas originalmente, Bolivia debió entregar un volumen de 27,7 millones de metros cúbicos por día a partir de la gestión 2010. Sin embargo, debido a la ausencia de inversiones en el sector que generaron incumplimientos en el cronograma de entregas establecidas con la Argentina, se tuvo que renegociar este contrato durante la gestión 2010”, indica un análisis de la Fundación Jubileo.