Los pequeños productores de Cuatro Cañadas indicaron que de la superficie que faltaba cosechar el 80% está en el suelo. Santa Cruz había sembrado 132.347 hectáreas

El Deber logo
4 de agosto de 2019, 5:00 AM
4 de agosto de 2019, 5:00 AM

Los productores de Cuatro Cañadas están desolados. Luego de que tuvieran inconvenientes para cerrar precios con la industria para la venta de soya, en los últimos días sufrieron los efectos de los vientos que superaron los 100 kilómetros por hora, lo que provocó la pérdida del 40% de sus cultivos, según reveló ayer Isidoro Barrientos, presidente de la Cámara Agropecuaria de Pequeños Productores Campesinos del Oriente (Cappo).

Este año, el Programa de Producción de Alimentos y Restitución de Bosques posibilitó, a través de la aplicación de la Ley 337, el incentivo a la producción de trigo en 132.347 hectáreas en Santa Cruz,. Además, la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa) se comprometió a pagar $u 320 por tonelada, unos $us 20 más que en la campaña anterior, lo que impulsó el cultivo.

Sin embargo, los productores fueron afectados en la última semana por el fenómeno climático. Barrientos indicó que la gente cosechó en carpas y suelos porque no había camiones y cosechadoras. Muchas personas contrataron maquinaria a destiempo, por lo que se ha desgranado el trigo. Quedó un 20% en la planta y el 80% en el suelo.

Evaluarán el daño

Desde e la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), el gerente general, Jaime Hernández, dijo que estaban haciendo una evaluación de la situación con los técnicos. “El desgrane es una característica normal del cultivo”, precisó.

Como se recordará, hace dos semanas Anapo presentó los avances de la variedad AN-1108 con alta tolerancia al desgrane, que prevén comercializar en 2020.