Hasta agosto de 2021, según el INE, el sector tuvo un crecimiento del 33,7%. La construcción sostenible busca mitigar los daños al medioambiente. Un nuevo producto ecológico sale al mercado nacional. Las cementeras se suman al cambio

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6 de marzo de 2022, 4:00 AM
6 de marzo de 2022, 4:00 AM


Por cada metro cuadrado de vivienda que se construye se necesitan más de dos toneladas de materias primas. La cantidad de energía para fabricar los materiales que componen una vivienda demanda aproximadamente a un tercio del consumo energético de una familia durante 50 años. Mientras que, la producción de residuos de construcción y demolición, en promedio, supera la tonelada anual por habitante, según datos del Instituto de Tecnología de la Construcción de Cataluña (España).

Si bien son números foráneos, Juan Villca, arquitecto, considera que sirven para graficar cómo el proceso de la construcción, junto con los insumos necesarios, transforman al medioambiente. En donde el entorno natural se ve afectado por la emisión de contaminantes y por la generación de residuos. 

Por ello, considera que se debe trabajar en tres aspectos: el control en el consumo de recursos no renovables, minimizar y reducir las emisiones contaminantes, y contar con una adecuada administración de los residuos que se generan durante la construcción.

En este sentido, el sector de la construcción nacional, históricamente uno de los más dinámicos del país, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística (INE), en agosto de 2021 tuvo un crecimiento del 33,7%, en relación con similar periodo de 2020 (año del confinamiento) y de manera general generó, de manera directa, unos 400.000 puestos de trabajo.
Según el INE, esta mejora se apoya en un aumento acumulado de las ventas de cemento en 39,5% y en el incremento del 31,2% en insumos importados para la construcción.

Marcelo Alfaro, gerente general del Instituto Boliviano del Cemento y el Hormigón (IBCH), es cauteloso con los números del INE y hace notar que otro indicador importante son los permisos de construcción. En 2019, el INE establecía 5.935, permisos de obras, mientras que, en 2020 apenas llegaron a 3. 694 (caída del 37,8%) y para el 2021 (dato parcial hasta noviembre) alcanza a 4.369, (caída del 20 % comparado con el mismo período del 2019); es decir, que tampoco a través de la edificación se ha llegado a recuperar los valores de 2019, remarcó Alfaro.

Aunque admite que sin dudas, los números del sector constructor y de la industria cementera son mejores que en 2020 -que por efecto de las cuarentenas y las dificultades que se tuvo que afrontar por Covid-19- fueron cifras muy bajas, pero la mejoría lograda el 2021 no implica todavía un crecimiento del sector.

“En cuanto al 2022, procurando ser optimistas, podemos ver que en el Presupuesto General del Estado, para este año, se tiene un importante componente de infraestructura y esto debería fortalecer al sector constructor y por ende también a la industria del cemento. Para hablar de una recuperación plena, el crecimiento debería situarse en más del 10% con respecto al año anterior”, puntualizó Alfaro.

En este contexto, debido a su impacto multiplicador y transversal, el sector de la construcción nacional tiene el desafío de dar un salto cualitativo para tener una presencia más amigable con el entorno, aplicando nuevos procesos de producción y tecnologías.

Construcción sostenible

La construcción sostenible es el desarrollo de diferentes obras, tomando en cuenta el impacto medioambiental en todos sus componentes. Construir de una forma sostenible es una acción que abarca desde la elección de los materiales de construcción, el proceso constructivo, e incluso el entorno urbano, hasta la fase de demolición y la gestión de residuos. Una construcción sostenible implica el uso de materiales y procesos que tengan un bajo impacto medioambiental.

En este punto, la empresa Preforte, afiliada a la Cámara de la Construcción de Santa Cruz (Cadecocruz), hizo conocer su nueva línea de hormigones verdes Ecoforte, que se fabrica con la tecnología canadiense CarbonCure, que reduce las emisiones de dióxido de carbono (CO₂).

Tomislav Carlos Kuljis, presidente de Preforte, sostuvo que la empresa está comprometida con la disminución de la huella de carbono y como responsable con el medioambiente, asumió el desafío de comprender y mitigar los impactos medioambientales actuales, de uno de los materiales más importantes en la construcción, como es el hormigón.

Kuljis indicó que la inversión realizada para contar con la tecnología canadiense no es un monto prohibitivo por lo que invitó a las demás empresas constructoras del país a apostar por una labor más amigable con el entorno, a tiempo de precisar que el hormigón verde ya se usa en diferentes obras que ya se están realizando en La Paz y en Santa Cruz. 

A su vez, Julio César Suárez, gerente general de Preforte, subrayó que durante este año, la empresas con su línea de hormigones Ecoforte, dejarán de emitir más de 6,3 millones de kilogramos de CO₂ en el medioambiente, lo que equivale a la cantidad que puede absorber 3, 4 millones de metros cuadrados de bosques en un año.

En tanto que Javier Arze, gerente general de Cadecocruz, puntualizó que la nueva propuesta tiene un efecto multiplicador en beneficio de constructores, trabajadores y ciudadanía en general, ya que incide en la optimización de recursos financieros, tiempo, ahorro de energía. En resumen, agrega valor a toda la industria, además de conllevar nuevas oportunidades de inversión y negocios.

Arze recordó que la institución viene impulsando una diversidad de actividades como congresos, cursos, capacitaciones para la actualización constante del sector.

En el caso concreto de la construcción sostenible, la Cámara ha marcado un hito con la firma de un convenio con el PNUD de Naciones Unidas para impulsar la construcción de Infraestructura Sostenible y las Finanzas Sostenibles, al igual que con lanzamiento del primer hormigón verde elaborado por su empresa asociada Preforte.

Aporte cementero

Ariel González, gerente general de Fancesa, explicó que la cementera cumple con las normas medioambientales en la producción y comercialización del cemento. Esto significa que contempla y ejecuta la política de buena práctica con el medioambiente protegiendo los recursos naturales. En cuanto al aporte de la firma al medioambiente, González detalló que la factoría es una de las más moderna de Latinoamérica que se encuentra en producción desde hace menos de un año. “La misma supera los estándares medioambientales establecidos en nuestro país y del continente. En esa línea, para la producción de cemento se toman en cuenta aspectos tecnológicos, operativos y de control que garantizan el cumplimiento de las normas ambientales de nuestro país”, dijo.

Alexander Capela, gerente general de Itacamba, informó que recientemente la empresa se adhirió al Pacto Global Bolivia, por lo que son la única cementera que es parte de esta red e informó que desde hace cuatro años, presentan sus reportes de sostenibilidad, que son elaborados bajo los estándares de la Global Reporting Initiative (GRI).

“Nuestra planta integral de cemento Yacuses, principalmente fue concebida bajo un concepto de alto estándar de eficiencia ambiental, que permite reducir emisiones y residuos, así como aminorar el consumo energético y de agua”, destacó Capela.

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