La construcción del proyecto demandará una inversión de $us 466 millones, de los cuales el 85% provendrá del Eximbank y el restante 15% del TGN. Generará 4.500 empleos directos e indirectos

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3 de abril de 2018, 4:00 AM
3 de abril de 2018, 4:00 AM

La Planta Siderúrgica del Mutún, cuya ley aprueba un crédito de más de $us 396 millones del Eximbank (Banco de Exportaciones e Importaciones de China) para su ejecución fue aprobada ayer por el presidente Evo morales, comenzará a producir acero en 42 meses.
La construcción y puesta en marcha de la factoría está prevista en 30 meses y el inicio de las operaciones en otros 12 meses después de su implementación. 

El Tesoro General del Estado contribuirá con $us 69 millones en la ejecución de la planta.

“Cuando se acompaña el crecimiento económico es posible garantizar grandes inversiones. La CAF recomienda una deuda externa casi del 50% con relación al PIB y el BID llegar al 47%. En este momento estamos por debajo del 30%, gracias al crecimiento económico podemos acceder fácilmente a créditos para temas productivos como esta industria de hierro”, dijo Morales. 

El presidente indicó que Bolivia no solo ingresará en la era del acero, sino también a la del litio, ya que se está invirtiendo cerca de $us 1.000 millones en la industrialización de ese mineral.    

La empresa china Sinosteel Equipment y Engineering ejecutará el proyecto y lo entregará produciendo acero de alta calidad, según el contrato firmado con el Gobierno. Durante el año del establecimiento, de la factoría, la compañía capacitará a profesionales bolivianos en plantas en China, para que luego ellos se encarguen de las operaciones.      

Antonio Tudela, director de la Empresa Siderúrgica del Mutún (ESM), explicó que luego de la promulgación de la ley, que fue sancionada por la Asamblea Legislativa el 13 de marzo, se debe proceder a la protocolización del contrato, que tardaría dos semanas. Luego de ese proceso, la ESM debe darle una orden a Sinosteel para que comience la construcción en máximo 90 días.   

Por su parte, César Navarro, ministro de Minería, destacó que por primera vez en la historia de la minería del país, se va a desarrollar el círculo de la cadena productiva con la acería, ya que todavía se sigue realizando la antigua minería que solo explota, contamina y exporta.  

La Planta Siderúrgica del Mutún producirá 194.000 toneladas anuales de laminado no planos livianos (barras de construcción). Se estima que con su concreción se creen 1.500 empleos directos y 3.500 indirectos.  

Bolivia ingresará a la era del acero con retraso y luego de varios fracasos (con proyectos fallidos como EBX y Jindal, entre otros), ya que hace 80 años se tenía información sobre el yacimiento. 

La producción no cubrirá la demanda interna y se apuntará a una segunda fase para abastecer el mercado nacional, reconoció Emilio Rodas, otro de los directores de la ESM.

Genera expectativas

El municipio de Puerto Suárez y la provincia Germán Busch espera con ilusión la concreción del proyecto, luego de varios fracasos, según el alcalde de Puerto Suárez, Sebastián Hurtado.

Para Ronald Nostas, presidente de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia, la ley renueva la esperanza sobre el Mutún y espera que esta vez se pueda explotar el enorme recurso mineral que tiene el país.

Desafíos y complemento 

La construcción de la factoría vendrá acompañada de algunos desafíos, como la cobertura de servicios básicos para los migrantes que recibirá la provincia Germán Busch.

El primer mandatario instó a los alcaldes de la zona a que presenten proyectos para  abastecimiento de agua, salud y educación para la nueva población.

Al respecto, Hurtado dijo: “con todos los amagues que se han hecho, siempre nos hemos quedado con la peor parte, que es la social. Con la Jindal se crearon cuatro o cinco barrios en Puerto Suarez. Cuando el proyecto fracasó mucha de la gente que llegó se quedó. Estamos acostumbrados a esa situación y la sacaremos adelante con trabajo”.

La construcción de la planta no es suficiente para impulsar el desarrollo de la zona este del país, también hace falta concretar Puerto Busch, que ya tiene financiamiento, sostuvo José Luis Martínez, asambleísta departamental por la provincia Busch.

Cambio y fiscalización  

El secretario de la Central Obrera Boliviana (COB), Juan Carlos Huarachi, a través de una anécdota, recordó que cuando la Comibol controlaba los distritos mineros, a quienes no cumplían con las normas los mandaban a proyectos de reactivación, como el Mutún, donde no había buenas condiciones. "Ahora la situación será distinta", afirmó. 
El ente sindical se comprometió a fiscalizar las obras.