Es una herramienta para ayudar a controlar los gastos, una forma sencilla de distribuir los ingresos y adoptar un hábito de ahorro sólido

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21 de mayo de 2021, 14:12 PM
21 de mayo de 2021, 14:12 PM

(Tomado de Fintonic)

El 50% para tus gastos más básicos, el 20% para ahorros y el 30% para tus gastos personales. Esta es la conocida regla 50/20/30, la cual, se empieza a aplicar en distintos países, como Estados Unidos, siendo un hábito frecuente a la hora de distribuir los ingresos de cada uno.

Se trata de una regla cada vez más extendida y con mayor aceptación, ya que es una forma increíblemente sencilla de ahorrar, pues te permite conocer tus gastos en todo momento, y saber cuánto dinero dedicas a ahorrar. Esa “bolsa de necesidad” de la que tiras cuando surge algún problema.

Cuando se quiere ahorrar, la primera pregunta que viene a la cabeza es: ¿Cómo hacerlo? Muchas veces ni siquiera se sabe por dónde se va el dinero, por lo que es vital una buena organización y control de tus gastos.

La estrategia del 50/20/30

Es una estrategia especial para el joven, para quien vive solo o en pareja, o está pensando en irse de casa. El 50/20/30 permite saber cuánto se dedica a ahorro y a gastos, y a que tipología de gastos se dedica el 100% del dinero que ganas. Es muy sencillo:

El 50% del dinero del sueldo lo tienes que dedicar a gastos básicos. Estos se van en la hipoteca, las facturas, la comunidad, la cesta de la compra del mes, etc. Son gastos que tienes que llevar a cabo sí o sí. Por eso abarcan el 50% de tu sueldo, para prevenir. Si te sobra dinero, mucho mejor. No lo gastes en cosas innecesarias y súmalo al siguiente porcentaje.

Un 20% del dinero que ganas tiene que ir dedicado al ahorro. Este dinero va a suponer un colchón que te va a salvar contra posibles deudas futuras, reformas en tu casa o cambios en tu familia. Y, además, quizá eres joven y no pienses aún en ello, pero cuando seas mayor vas a agradecer el haber ahorrado un buen dinero a partir de este método.

El último 30% va destinado a gastos personales. Es decir, todo aquello que puedas hacer durante el mes. Quizá compres algo de ropa, otro mes puedes gastarlo en más actividades de ocio, en viajar o puede que se te junten unos cuantos cumpleaños.

Ahí es donde tienes que gastar este 30%. Y te recuerdo, si te sobra, súmalo al 20% de ahorro.

Otras reglas para ahorrar de forma eficiente

Otra regla para el ahorro muy extendida es la que se conoce como el reto de las 52 semanas. Es una técnica muy popular en Estados Unidos. Consiste en ahorrar durante las 52 semanas que tiene el año. Pero la cantidad de dinero varía en función de la semana. 

Según este método se debe ahorrar el número de euros que corresponden con la semana en la que nos encontramos. Es decir, la primera semana ahorraremos un euro, la segunda dos euros, la semana décima, 10 euros, y así progresivamente gasta llegar a la semana 52. El dinero máximo de ahorro a la semana no superará los 52 euros. Si lo conseguimos, al final del año habremos conseguido una cifra total de 1.378 euros. Para empezar, no está mal, ¿no?

El principio básico de las finanzas es aquel en el que se restan los gastos de los ingresos. El resultado es el dinero con el que realmente cuentas para vivir y para ahorrar. Sin embargo, para que el ahorro sea más eficaz es preferible cambiar el orden de los términos, de tal forma que la cuenta matemática quede de la siguiente manera: Ingresos – Ahorro = Gastos. 

Si desde un primer momento destinas un porcentaje de dinero al ahorro, dispondrás de menos cantidad para el gasto. Esto significa que gastarás menos y que harás un uso más rentable de tus ingresos.

No obstante, existen otras técnicas que también sirven para ahorrar dinero a diario. Estas son:

Ahorrar en casa. Comprar lo indispensable y no darte caprichos innecesarios. La decoración supone un gasto grande que se puede evitar.

Ahorrar en el coche. Puedes conducir de manera más económica y no acelerar sin venir a cuento. Ahorras sobre todo en gasolina repostando siempre entre semana y nunca en viernes.

Ahorrar en las tiendas. Puedes esperar a comprarte ropa hasta que vengan las rebajas. La mayoría de las veces, no te hace falta comprar ropa de forma inmediata.

Ahorrar en el día a día. Comprar chucherías y cosas por el estilo supone un gasto innecesario. Cada moneda cuenta, y también puedes ahorrar si no comes fuera de casa o si te llevas la comida hecha.



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