Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, tiene la gasolina más barata del planeta. El litro de 91 octanos cuesta un bolívar (0,0014 dólares a la tasa oficial más alta)

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23 de marzo de 2017, 11:20 AM
23 de marzo de 2017, 11:20 AM

Largas colas se registraban este jueves en gasolineras de Caracas y otras ciudades venezolanas, tras una falla logística que afecta el suministro de combustible.
 

Ante los problemas para aprovisionar todas las estaciones, los usuarios se agolpaban en aquellas que fueron reabastecidas desde la noche del miércoles, constaron reporteros de la AFP.
 

"Si tienes carro, tráelo y échale rápido porque esta gasolina se acaba hoy", dijo un empleado de una gasolinera del este de la capital, donde se apreciaban dos filas extensas de vehículos.
 

El vicepresidente de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), Ysmel Serrano, informó la noche del miércoles que retrasos en el "cabotaje" (transporte marítimo) ocasionaron el problema que, aseguró, está siendo atendido.
 

La nafta que suerte a Caracas llega desde Puerto La Cruz (estado Anzoátegui, norte), aunque Serrano no detalló el origen de la falla.
 

"Contamos con suficiente gasolina producida en nuestras refinerías. Seguiremos redoblando el despacho hasta estabilizar la distribución. Desde PDVSA hacemos un llamado a la calma y a no caer en falsos rumores de sectores que juegan al caos", escribió el directivo en Twitter.
 

Venezuela, el país con las mayores reservas petroleras del mundo, tiene la gasolina más barata del planeta. El litro de 91 octanos cuesta un bolívar (0,0014 dólares a la tasa oficial más alta); el de 95 octanos, seis bolívares (0,0084 dólares). Con un dólar a la tasa del mercado paralelo (3,8 veces más alta que la oficial) se pueden comprar 2.900 litros de la nafta de 91 octanos.
 

Mientras, en los estados Zulia y Táchira, fronterizos con Colombia, varias estaciones de servicio dejaron de funcionar desde el miércoles, constó la AFP. En esas regiones se presentan fallas en el suministro desde hace varios meses.
 

Esta situación suma un dolor de cabeza más a los venezolanos, que enfrentan una escasez crónica de alimentos y medicinas, la inflación más alta del mundo (proyectada por el FMI en 1.660% para esta año) y una criminalidad galopante.
 

"No hay comida, no hay medicinas, no hay gasolina, no hay agua, no hay luz, lo único que hay es un Gobierno de corruptos e indolentes", se quejó en Twitter el diputado opositor Miguel Pizarro.