La deforestación se concentra en Santa Cruz, indica un estudio de la institución privada, que alerta también que las regiones más afectadas son Laguna Concepción, Bolibras y San Ignacio de Velasco

27 de junio de 2022, 18:25 PM
27 de junio de 2022, 18:25 PM

La superficie promedio para desmontes autorizados por la Autoridad de Bosques y Tierras (ABT) fue de 212.000 hectáreas (ha) anuales entre 2016 y 2021, casi tres veces más que las 76.000 ha por año del periodo 2011-2015, según el estudio de la Fundación Tierra “Deforestación 2016-2021. El pragmatismo irresponsable de la Agenda Patriótica 2025".

“Las deforestaciones avanzan con fuerza más allá de la zona agroindustrial” y “siguen concentradas en el departamento de Santa Cruz, pero con impactos socioambientales diferenciados y novedosos, debido a que afectan con mayor fuerza ecosistemas frágiles, áreas protegidas y hábitats indígenas protegidos por ley”, señala parte del documento que será presentado mañana martes en La Paz.

Según la investigación, Bolivia ya perdió hasta el año pasado 7,08 millones de hectáreas de bosques, de las cuales 6,11 millones de hectáreas (86,3%) están en Santa Cruz.

Los desmontes crecientes a partir del 2016 en adelante coinciden con la implementación del Plan de Desarrollo Económico y Social 2016–2020, para cumplir con las metas de la Agenda Patriótica 2025”, precisa el informe, que fue elaborado por la Fundación Tierra en alianza con Welthungerhilfe.

El estudio detalla, asimismo, que el promedio anual de desmontes autorizados y no autorizados entre 2001 y 2021 es de 209.000 ha y de 300.000 ha en el periodo 2016-2021.

El estudio alerta también que Laguna Concepción, Bolibras y San Ignacio de Velasco son las regiones más afectadas por la deforestación, debido al avance de la producción de soya, a la presencia mayoritaria de medianas y grandes propiedades empresariales, a los asentamientos de nuevas colonias menonitas y a los desmontes en tierras fiscales y comunidades campesinas e indígenas.

El escenario boliviano se inclina hacia la agricultura comercial con degradación de los suelos en lugar de la intensificación de la agricultura en las áreas existentes. Lo mismo ocurre en el sector ganadero de tipo hacendal y latifundiario, que desmonta nuevas áreas, no solo para ampliar los potreros y pastizales, sino para la agricultura mecanizada”, indica el texto.