Mensaje presidencial afectará en la calificación crediticia y el riesgo país, alertan expertos
Las observaciones giran en torno a que el mensaje deja más dudas que certezas y repercutirá en la calificación que realizan empresas internacionales sobre el riesgo de invertir y prestar recursos al Estado boliviano
Más allá de despejar dudas y generar certezas, el mensaje presidencial del 6 de agosto deja cuestionamientos porque, según los expertos, no responde ni da soluciones a los diferentes problemas por los que atraviesa el país que vive la escasez de dólares y combustibles. Para dos economistas, las propuestas lanzadas por el presidente Luis Arce Catacora repercutirán de forma negativa en la calificación de riesgo del Estado boliviano.
Jaime Dunn, analista económico, advirtió sobre el inminente peligro de una rebaja en la calificación crediticia de Bolivia. Según Dunn, la reciente decisión del presidente de someter a referéndum la subvención de hidrocarburos, justificada como un esfuerzo por "escuchar al pueblo", muestra un gobierno débil y temeroso, incapaz de tomar decisiones cruciales.
Dunn enfatizó que esta postura será interpretada por las calificadoras de riesgo internacionales como una señal de la falta de capacidad del presidente para tomar decisiones urgentes y necesarias.
"Tal percepción es fundamental en la evaluación de la calificación de riesgo de un país", señaló, advirtiendo que pone en peligro una rebaja adicional en la calificación crediticia de Bolivia.
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, indicó que el discurso ha creado expectativas e incertidumbres tanto a nivel nacional como internacional, debido a la falta de soluciones estructurales y a corto plazo en el aspecto fiscal.
Dijo que el presidente Arce se centró en asuntos de comercio exterior e hidrocarburos, anunciando que la subvención a los carburantes se definirá por referéndum.
Este anuncio ha influido negativamente en el índice de riesgo país elaborado por JP Morgan, que cerró con un valor de 2.244 puntos, un aumento del 1% desde el día previo al mensaje presidencial.
Desde la toma militar de junio, este indicador ha crecido un 13%, reflejando la creciente preocupación por la falta de medidas para reducir la presión fiscal e inflacionaria ante la escasez de dólares.