Óscar Siles: “Con hidrógeno verde se puede aprovechar la infraestructura termoeléctrica”
En 2023, la energía eléctrica generada en base a gas natural y diésel en Bolivia fueron aproximadamente del 65% y 5%, respectivamente. Esto significa un alto costo económico y medioambiental
El ingeniero eléctrico boliviano es optimista en descarbonizar la economía y utilizar las nuevas tecnologías para almacenar grandes cantidades de energía, sobre todo de fuentes renovables e intermitentes. En un reciente foro sobre la economía boliviana, planteó una “transición energética urgente y sin pausas”.
El año 2023 la energía eléctrica producida en base a gas natural y diésel fueron aproximadamente del 65% y 5% respectivamente, según el Balance Energético Nacional 2019-2023 del Ministerio de Hidrocarburos y Energía.
Con este antecedente, el modelo planteado contiene los siguientes elementos para este vector energético: primero, intensificar de manera significativa la generación hidroeléctrica convencional, hidroeléctrica alternativa (de bombeo) y la energía eléctrica en base a ecosistemas fotovoltaicos y eólicos bajo una visión energética sistémica y holística.
Segundo, la incorporación de sistemas de almacenamiento de energía BESS, aplicado a las líneas de transmisión como elemento de equilibrio y armonización del Sistema Interconectado Nacional. En este punto es donde se inicia el desarrollo de ecosistemas de hidrógeno verde H2V, o de bajas emisiones, para una de las varias aplicaciones Power To X (PTX) que tiene este vector energético.
Tercero, otra aplicación muy importante del H2V en sistemas eléctricos es el blending (mezcla) de gas natural con H2V para la generación de termoelectricidad. Estas aplicaciones ya fueron desarrolladas por los grandes fabricantes de turbinas a gas y están siendo aplicadas en varios países con mucho éxito. Con esta tercera alternativa no se dejará ociosa una gran infraestructura termoeléctrica de ciclos combinados que se tiene en Bolivia.
- ¿Cómo se puede solucionar la intermitencia de las energías renovables?
Una solución que está avanzado a pasos muy grandes es la incorporación de sistemas de almacenamiento de energía eléctrica por medio de baterías a las líneas de transmisión, conectados en determinados puntos, los cuales deben ser debidamente modelados, calculados, dimensionados y ubicados.
Estos sistemas se denominan genéricamente BESS (Batery Energy Storage Systems) y utilizan diversos tipos de baterías, siendo las de Ion-Litio las más requeridas por ahora, debido a su alta densidad energética en relación a las tradicionales.
Sin embargo, habida cuenta que los ecosistemas PTX en base a hidrógeno de bajas emisiones se están desarrollando a pasos acelerados en muchos países, los sistemas de almacenamiento de energía eléctrica que soportarán a las líneas de transmisión están basados en hidrógeno, cuyas ventajas en relación a las baterías actuales es mayor en términos de rendimiento, menor contaminación a la hora de desecharlos, entre otros.
- ¿Cuál sería el beneficio económico y medioambiental?
Desde el punto de vista medioambiental, el mayor beneficio estará en la reducción de las emisiones de CO2 provenientes de la generación de electricidad de recursos fósiles. Según fuentes técnicas consultadas, se genera aproximadamente 0,42 toneladas por megavatio/hora (Tn/MWh) de CO2 en base a gas natural en centrales de ciclo combinado, lo que significó alrededor de 6 millones de toneladas de CO2 el año 2023. Si se logra descarbonizar la matriz eléctrica con intensidad en renovables, este valor podría reducirse hasta en un 50% en emisiones.
Las instalaciones de ecosistemas de energías renovables pueden abaratarse significativamente toda vez que, por ejemplo, los módulos fotovoltaicos han reducido sus costos casi en un 85 a 90% en los últimos 10 años, debido a las mejoras tecnológicas y a las economías de escala.
Para esta situación, es importante dar apertura a las subastas de energías renovables para dinamizar el mercado eléctrico, acompañadas de normativa y regulación pertinentes y a la altura de los desafíos energéticos globales.
- ¿Estamos hablando de descarbonizar la economía?
La descarbonización de la economía significa el proceso mediante el cual, las emisiones de CO2 que nuestra actividad humana produce, sean reducidas de manera significativa, transformando la manera de producir y de consumir, lo que nos llevará a plantear una transición energética urgente y sin pausas.
La transición energética debe tener como base piramidal el uso racional de la energía, seguidamente la eficiencia energética para luego enlazar con las energías renovables. Si se transita en esta línea de desarrollo energético, se habrá migrado de una economía fósil hacia un de bajas emisiones de carbono.
Para que este proceso complejo se desarrolle con un alto grado de probabilidad de éxito, es de vital importancia el involucramiento y participación activa de cuatro actores clave: el Estado, industria, academia y sociedad civil organizada, es decir, colegios de profesionales, organizaciones de apoyo, gremios y otros.
PERFIL
Óscar Siles Chávez es ingeniero eléctrico con maestrías en España y Bolivia en Gerenciamiento TICs, Proyectos para el Desarrollo, Seguridad y Defensa Nacional. Posee credenciales CCP en la AACEI, PMP en el PMI. Consultor Senior internacional en industrias de energía, oil & gas, petroquímica, construcción, con foco en áreas de Gestión e Ingeniería de Costos, entre otros. Es actual presidente de la Asociación de Ingenieros de Energía con sede en EEUU, Capitulo Bolivia.