Un estudio del Cedla refleja que un 80% de los hogares en el país no puede llegar a fin de mes y un 48% se endeudó para cubrir sus gastos. La caída de los ingresos repercute en la seguridad alimentaria

3 de mayo de 2022, 13:06 PM
3 de mayo de 2022, 13:06 PM

Un dato alarmante arroja el último estudio realizado por el Centro de Estudios para el Desarrollo Laboral y Agrario (Cedla). Este documento sostiene que el 80% de los hogares del país tiene problemas para poder llegar a fin de mes o les alcanza justo. Este factor hizo cuatro de cada diez hogares reduzcan el consumo de alimentos nutritivos.

Este dato se desprende del estudio Pobreza multidimensional y efectos de la crisis del Covid-19 en Bolivia 2021, un informe en el que se analiza los impactos de la pandemia en los hogares, en las trabajadoras y los trabajadores y la situación social.

En ese informe se realizó una encuesta que arrojó un dato preocupante; el 65% de los hogares ha visto disminuir sus ingresos y el 80% señala que ya no les alcanza para llegar a fin de mes o les alcanza justo.

Tal como sucedió al inicio de la pandemia, para cubrir sus gastos los hogares recurren al uso de sus ahorros, a la venta de activos, a un menor consumo (alimentos, educación y salud) o a nuevos préstamos en dinero y en especie. Ese mismo año, el 48% de los hogares estaba endeudado y, en la mitad de estos, se informaba que no estaban pudiendo pagar sus deudas”, sostiene el estudio del Cedla.

A raíz de este fenómeno y de las restricciones para sostener los procesos productivos en algunas regiones, los hogares —en particular los más pobres— enfrentan dificultades para acceder a los alimentos en la cantidad y calidad adecuadas.

En este contexto, el Cedla concluye que “cuatro de cada 10 hogares disminuyeron el consumo de alimentos nutritivos (carnes, frutas, verduras y hortalizas); dos de cada 10 no tenían alimentos suficientes para desayunar, almorzar o cenar; y en uno de cada 10 alguna persona se durmió con hambre”.

Una de las mayores repercusiones de la pandemia sobre el bienestar de los hogares bolivianos ha sido en su situación económica y en la profundización de la desigualdad de ingresos entre hogares pobres multidimensionales y no pobres”, sostiene la organización.

Además, añade que estos datos confirman “que uno de los resultados de la pérdida de ingresos durante la pandemia ha sido la mayor inseguridad alimentaria”.

En su análisis el Cedla sostiene también que “es innegable que la seguridad física de las personas está cada vez más amenazada debido a que los efectos económicos y sociales de la pandemia han exacerbado los factores de riesgo y han debilitado los factores de protección del derecho a una vida libre de violencia de las mujeres, las niñas, niños y adolescentes”.

Incluso, el estudio, atribuye a este factor económico que entre enero y julio de 2021 en el país se registraron 70 feminicidios y 22 infanticidios.