‘Porosidad’ de frontera boliviana facilita el crimen organizado y el comercio ilícito en la región
Representantes de cámaras de industria y comercio de Bolivia, Chile y Perú se reunieron en Lima, el miércoles. Coinciden en que el contrabando crece rápidamente, alimentado por organizaciones como el Tren de Aragua o el PCC
La porosidad de las fronteras bolivianas es uno de los principales factores que está facilitando el crecimiento del crimen organizado en la región, apuntó la mayoría de los expositores del III Encuentro de Gremios y Cámaras Sudamericanas - Lucha contra el comercio ilícito, que se realizó el 28 de agosto, en Lima, Perú.
Los representantes de gremios empresariales de Chile, Perú y Bolivia expusieron cómo organizaciones criminales transnacionales como el Tren de Aragua, el Primer Comando de la Capital (PCC) y Comando Vermelho, entre los principales, reclutan personas de escasos recursos -incluso en cárceles- y promueven el contrabando y comercio ilícito de productos que van desde textiles, pasando por cigarrillos, hasta armas y drogas.
Pilar Lizana, investigadora dedicada al estudio del comercio ilícito y crimen organizado en Chile, aseguró que la frontera más “porosa” es la que comparte su país con Bolivia y luego con Perú, lo que ha provocado que en los tres últimos años hayan llegado grupos delictivos con vínculos internacionales. “La consecuencia más importante es el deterioro que generan en el Estado de Derecho, la debilidad de las instituciones y el daño finalmente que se provoca a la democracia”, indicó Lizana.
Claudia Linares presidenta de la Comisión de lucha contra el comercio ilícito de la Sociedad Nacional de Industrias del Perú (SNI), consideró que el sector textil peruano se está viendo seriamente afectado por la ropa usada estadounidense que llega a puertos chilenos, así como el sector de productos de limpieza y cigarrillos que ingresan por las fronteras bolivianas.
“La autoridad tributaria ha calculado el daño, en impuestos para el Estado peruano, de 600 millones de dólares al año. Sin embargo, desde el sector industrial y privado estimamos que es un poco más”, apuntó.
Por su parte, el presidente de la SNI, Felipe James, señaló que, “además de las implicancias económicas, el comercio ilícito representa un problema de seguridad nacional, que afecta la integridad de nuestros países”, y anunció la constitución del Consejo de Gremios y Cámaras Sudamericanas de lucha contra el contrabando, como parte del acuerdo de los gremios participantes.
José Pakomio, presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Chile (CNC), detalló que el principal producto de contrabando que ingresa desde Bolivia a su país, es el cigarrillo. A su vez, lamentó el debilitamiento de los controles fronterizos, debido a que las economías de los países “están algo debilitadas”, además por temas políticos, lo que afecta a la toma de decisiones.
“Hoy en día los cigarrillos, en el caso de Chile, significan una evasión cercana a los 1.900 millones de dólares. Entonces, creo que las discusiones también de nuestras autoridades debiesen ir en esa línea, de entender, conocer y buscar herramientas también que nos ayuden a abordar este problema que, lamentablemente, está creciendo en nuestras fronteras, dijo Pakomio.
Gonzalo Morales, vicepresidente de la Cámara Nacional de Industrias de Bolivia (CNI), señaló que el contrabando en Bolivia mueve más de $us 3.500 millones al año, lo que equivale a un mes del Producto Interno Bruto (PIB). “La buena noticia, es que en esta en esta reunión que hemos tenido en Lima, hemos bautizado a este encuentro como el Consejo Latinoamericano de lucha contra el contrabando”, agregó el ejecutivo boliviano.