Presidente de la Cámara Nacional de Comercio de Chile: “Los temas políticos afectan en la toma de decisiones en los países”
José Pakomio Torres hace un llamado a las autoridades de los países sudamericanos a ejercer mayor control de las fronteras y de mayor coordinación entre aduanas
En Chile, continúa aumentando la preocupación por el crecimiento del crimen organizado y la violencia, alentado por la migración ilegal . Las entidades privadas, como la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo (CNC) del país vecino, lideran reuniones de análisis con sus pares de Bolivia y Perú, y hacen un llamado para que otros países como Argentina y Paraguay se sumen al Consejo de Gremios y Cámaras Sudamericanas de Lucha contra el Contrabando, que se creó en agosto en Lima, Perú.
¿Por qué preocupa el crimen organizado a las cámaras de comercio como la CNC?
Hoy día, lamentablemente, vemos cómo bandas muy organizadas, comienzan a avanzar sobre nuestras economías, promoviendo el contrabando y el comercio ilícito.
Por supuesto, en cada uno de los países los productos que se internan (de contrabando) son distintos. En el caso de Perú, hoy día hay mucha preocupación respecto al mercado textil. En el caso de Chile, los cigarrillos son una preocupación y, lamentablemente según las últimas mediciones, significan una evasión (fiscal) cercana a los 1.900 millones de dólares.
Entonces, la verdad es que creo que las discusiones de nuestras autoridades debiesen ir en esa línea, entender, conocer y buscar herramientas que nos ayuden a abordar este problema que, lamentablemente, está creciendo en nuestras fronteras.
¿En el caso de la frontera con Bolivia, qué le preocupa más a Chile?
Hoy día estamos viendo el ingreso, principalmente, de cigarrillos. Hemos tenido una conversación con nuestros pares bolivianos para saber también cómo lo están abordando.
Pero es importante también entender que las economías hoy día están algo debilitadas, que también hay un tema político importante en cada país, lo que afecta, en la toma de decisiones como ésta, de incrementar las medidas (de control) y de generar mayor presupuesto.
Por ejemplo, en el caso de aduanas, también es una decisión política sobre la cual esperamos que todos los países puedan avanzar y que, sin duda, ayudaría a abordar mejor este fenómeno.
¿Cuál es el avance que se logró en la tercera reunión de Lima?
Yo creo que el haber robustecido las agendas. En primer lugar, poder tener también la presencia y el apoyo de las distintas autoridades de nuestros países. Hoy día este tipo de encuentro, lo que demuestra, es que el sector privado nuevamente sigue estando frente a estas problemáticas, entregando propuestas, entregando soluciones.
Ahora, en el caso particular de Chile, hemos logrado robustecer nuestros argumentos técnicos frente a lo que hoy día es este fenómeno.
Pero, por supuesto, que también ha servido muchísimo para entender cómo han sido abordados estos fenómenos en los distintos países y, así también, que nuestras autoridades entiendan que existen nuevas alternativas.
Sin duda que existen nuevas opciones también para poder combatir a este crimen organizado que tanto está afectando a la economía de nuestros países.
Se observa también que hay corporaciones delictivas que incluso se manejan desde la cárcel. ¿Cómo se ve eso desde el empresariado?
Muy preocupante. El tener bandas criminales que estén operando a pesar de estar en la cárcel, es algo que también le hemos transmitido a nuestras autoridades. Necesitamos avanzar en herramientas que, de alguna forma, terminen con estas prácticas desde la cárcel.
Son fenómenos que no veíamos hace algunos años y, por eso, en el sector privado nos preocupa. Lo que nosotros siempre hemos hecho es aportar con argumentos técnicos.
Entendemos que las aduanas de Chile y Bolivia se han reunido en varias ocasiones. ¿Observan algún avance desde el sector privado?
Sí, sabemos que existen conversaciones, que hay un trabajo en común, pero el que crezcan estos fenómenos en nuestro país, demanda de mayor compromiso, de mayor trabajo entre ambas partes. Hoy día es importante que se entienda que estos fenómenos terminan afectando los bolsillos de los bolivianos, los bolsillos de los chilenos también.
El que nosotros podamos hablar de la afectación de la economía, finalmente estamos hablando de nuestros consumidores, que son quienes finalmente adquieren ese tipo de productos de contrabando.
Siempre lo hemos recalcado: en la medida que nosotros tengamos demanda, vamos a tener oferta. Y es ahí donde también tenemos que reforzar el llamado a los consumidores a que entiendan las consecuencias que existen detrás del consumo de esos productos.
Se observa también que los procesos migratorios se han acentuado en países como Chile. ¿Cómo afecta a la economía?
Bueno, sin duda, yo creo que son fenómenos que se tienen que atender también, entendiendo la realidad de cada país. Pero hoy día, en Latinoamérica, vemos que estos fenómenos han crecido y es por eso que urge una agenda también en seguridad para buscar nuevas herramientas para abordar este fenómeno, el del contrabando y los que podrían presentarse también mañana.
Nuestras economías hoy día están preocupadas. Veamos lo que está pasando en Argentina, lo que está pasando en Colombia, en Ecuador, en Chile también; estamos muy preocupados porque realmente la inseguridad y el contrabando son factores que termina perjudicando al crecimiento de una economía.