El Gobierno aprobó un proyecto de decreto supremo este miércoles. Asegura que es una medida soporte y no obligatoria.

2 de octubre de 2024, 11:39 AM
2 de octubre de 2024, 11:39 AM

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, informó que en esta jornada se aprobó un proyecto de decreto supremo que indica que, de manera voluntaria, los prestatarios puedan reprogramar y refinanciamiento el pago de su crédito si es que sus ingresos fueron afectados.

“El presidente Luis Arce y el gabinete han aprobado un proyecto de decreto supremo que va destinado a que los prestatarios, voluntariamente, soliciten a sus agentes de crédito evaluar la posibilidad de reprogramación o refinanciamiento (de su crédito) por haberse visto afectados sus ingresos (económicos) para el pago del crédito por eventos climatológicos, conflictos sociales o el entorno económico, que puede incidir negativamente”, dijo el Montenegro en conferencia de prensa.

El ministro agregó que las entidades financieras y empresas de arrendamiento financiero, se encuentran facultadas para adecuar sus procesos, tecnologías de análisis y evaluación crediticia para poder establecer procesos ágiles y simplificados.

Sobre el decreto, Montenegro explicó que las operaciones que tengan un plazo residual de hasta dos años podrán reprogramarse en un periodo no mayor a cinco años. En cambio, para el resto de los créditos, la reestructuración estará con base en la normativa emitida por la Autoridad de Supervisión del Sistema Financiero (ASFI).

“El procedimiento de refinanciamiento y reprogramación será realizado en base a un formulario de solicitud de refinanciamiento y reprogramación de créditos el cual será implementado por ASFI. Las entidades de intermediación financiera y las empresas de arrendamiento deberán evaluar las solicitudes de reprogramación en un plazo máximo que será establecido por la ASFI”.

Montenegro volvió a recalcar que esta es “una medida de soporte” y no una obligación para aquellas personas que voluntariamente quieran reprogramar y refinanciar los créditos.

Minutos antes de la conferencia del titular de Economía, el presidente Arce se refirió en sus redes sociales al decreto aprobado.

“Para coadyuvar en la recuperación económica de los prestatarios del sistema financiero nacional afectados por eventos climatológicos adversos, conflictos sociales y otros que afecten su capacidad de pago, hoy aprobamos un DS que dispone que las Entidades de Intermediación Financiera y las Empresas de Arrendamiento Financiero atiendan y evalúen las solicitudes de refinanciamiento y/o reprogramación de las operaciones de crédito de los deudores que voluntariamente lo requieran”, escribió el mandatario en Facebook.

Desde la ASFI

En tanto, según un comunicado, la ASFI informó que los prestatarios en mora en el sistema financiero tienen facilidades para honrar sus créditos con la reprogramación, la inamovilidad de la calificación de riesgo y la ampliación de plazo de 91 a 121 días para activar un proceso judicial de cobro.

La directora de la entidad, Ivette Espinoza, explicó que la reprogramación de créditos, que incluyen periodos de gracia e inamovilidad de calificación de riesgo, rige desde el 16 de agosto – a través de la Circular/ASFI/DNP/12062/2024- y posibilita a los prestatarios que por distintas razones no pudieron cumplir con el pago de sus cuotas acceder a una reprogramación de acuerdo con sus necesidades particulares.

La reprogramación implica modificar en cualquiera de las condiciones iniciales en las cuales se contrajo el crédito, por eso también se puede dar este periodo de gracia en el que se pueden acordar diferentes soluciones como, por ejemplo, pagar menos intereses y más capital, u otro tipo de medidas.

Espinoza indicó que “para no perjudicar a los prestatarios, la reprogramación no implica cambio de calificación de deudor a una categoría de riesgo mayor, que antes se lo hacía de forma automática, y tampoco cambia el estado del crédito del prestatario”. Cuando se aplica el cambio de calificación, de A a B, por ejemplo, se impide al prestatario acceder a créditos en el futuro, lo que ahora no sucederá.