El presidente de los empresarios privados de Santa Cruz señaló que el sector está presto a continuar con las inversiones pero pidió incentivos fiscales 

El Deber logo
16 de diciembre de 2016, 11:52 AM
16 de diciembre de 2016, 11:52 AM

Luis Barbery, presidente de la Federación de Empresarios Privados de Santa Cruz, dijo este viernes que el sector calificó la gestión 2016 "como un año no positivo", debido a diversos factores; sin embargo, ratificaron su posición de seguir invirtiendo y apostando por Bolivia en 2017.

La posición se sustenta en la disminución que reportó el sector agropecuario, el déficit de la balanza comercial, las pérdidas del sector forestal, el mal resultado registrado en los surtidores privados del país y los daños que soportó el transporte pesado internacional. 

El titular de los privados cruceños dijo que el incremento en los costos de producción, la demanda de productos y servicios, la desaceleración de la economía, los precios deprimidos de los hidrocarburos y los efectos negativos que dejó la sequía fueron los factores que afectó al sector privado. 

En cuanto a las proyecciones a 2017, Barbery dijo que los empresarios están prestos a invertir más de 3.000 millones de dólares, siempre y cuando desde el Gobierno determinen incentivos fiscales a la inversión. 

“El sector privado en 2015 invirtió más de 3.000 millones de dólares, si es que se determinarán incentivos fiscales a la inversión, con seguridad esa cifra puede ser mayor y ayudará a revertir la desaceleración de la economía nacional”, explicó Barbery.

Lamentó que las mesas de trabajos instaladas con el Gobierno no han dado los resultados que esperaban los privados. Dijo que las expectativas eran la generación de normativas favorables a la inversión.

“Nuestras propuestas fueron bien recibidas pero no germinaron, no logramos los frutos que necesitamos. Continuaremos realizando las propuestas, se mantiene el compromiso de generar más trabajo y aportar al desarrollo del país”, añadió.


Informe por sectores 

Este año la producción de alimentos cayó un 8%, respecto a la gestión 2015. Se han perdido casi 200.000 hectáreas y la producción fue menor en 3 millones de toneladas.

La balanza comercial reportó un déficit de 1.500 millones de dólares.

El sector forestal reporta la gestión negativa debido a las normativas vigentes que elevó los costos y el incremento en la importación de productos de madera. 

El sector hotelero y la gastronomía tampoco tuvieron buenos resultados y prevén que en 2017 la tendencia recesiva se mantenga. 

Los surtidores afiliados a Asosur también cierran la gestión con poco que festejar, denuncian que sufren un incremento de costos permanentes mientras que sus comisiones de ventas se encuentran congeladas desde hace 10 años.